Ay pena penita pena
Las consecuencias que Bertín Osborne debe afrontar tras su separación de Fabiola Martínez
Las dificultades se presentan día a día.La primera flor marchita del año la hemos tenido gracias a Bertín Osborne. A penas el 2021 se empezaba a acomodar para arrancar con todo, el cantante y la venezolana emitieron un comunicado anunciando su ruptura. Una de las parejas más consolidadas del espectáculo se separaba salpicando de polémica a todo el entorno.
Desde ese día las vidas de Bertín Osborne y Fabiola Martínez cambió drásticamente. Ambos habían acordado que sería la ex modelo quien se quedaría en la casa de Madrid. Pero en la habitación solo había lugar para una sola persona, por lo que el presentador tuvo que marcharse a vivir a las afueras de la ciudad.
“La Razón” pudo entrevistar a Bertín Osborne durante el fin de semana, revelando algunos detalles sobre cómo transita la separación. Entre los temas más polémicos de la conversación estuvieron su rechazo efusivo a conocer otras mujeres, a la completa aprobación de que se prohibiera la marcha del día de la mujer y su incansable deseo de permanecer junto a sus hijos el mayor tiempo posible.
Lo que ocurre es que está a un par de kilómetros de Madrid. Si bien la mayor parte de su trabajo se radica en la capital española, hay muchos viajes en los que no puede ver a sus hijos, sobre todo a Kike. Recordemos que el hijo mayor del ex matrimonio ha nacido con una condición especial, necesita cuidados y atenciones extraordinarias a la de un niño con capacidades plenamente saludables.
Kika Osborne ha sido el motivo por el que el cantante y Fabiola han montado su propia organización llamada “Fundación Bertín Osborne” destinada a ayudar a jovenes con los mismos problemas que su hijo.
Sin embargo, la separación también ha distanciado a Bertín de su familia. Sevilla está a un par de kilómetros, viaja seguido, pero no puede hacer que su hijo Kike pueda estar con él donde vive:
Kike no está en condiciones de viajar para estar conmigo un par de días. Prefiero ir yo. La realidad es que buena parte de mi trabajo se desarrolla allí.
Es el presentador el que tiene que viajar a Madrid a verlo. Fabiola no se lo ha impedido, hasta ahora. Ella lleva la presidencia de la Fundación y también está esperando el inicio de clases de su doble titulación.