Un inmenso dolor
El primer año sin Aless Lequio, el único hijo de Ana Obregón
Como una especie de terapia, la bióloga repasa cómo ha sido este fatídico día.Un día como hoy, pero del año pasado, transcurría uno de los episodios más tristes en la vida de Ana Obregón. Su único hijo fallecía a la edad de 27 años a causa de un severo cáncer. Desde ese momento, nunca más volvimos a ver a la presentadora con el rostro risueño, tal como estábamos acostumbrados. Las flores camelia de escarcha sobre el camposanto no han parado de decorar el nombre de Aless Lequio.
En un año extremadamente difícil para Ana Obregón, hemos visto desde los últimos meses como ha ido resurgiendo poco a poco, dando pequeños pero significativos avances en su proceso de duelo. Con la llegada de las “Campanadas de fin de año” pudimos volver a verla regalando una que otra sonrisa al público.
Pero el espacio más abierto para transitar el dolor junto con el público ha sido la cuenta de Instagram de Ana. Allí se exponen las fotos de Aless Lequio en distintos momentos de su vida, junto a sus padres y seres amados que han hecho de su corta existencia un tiempo placentero.
Ana Obregón brindó una entrevista a la revista “Vaniti Fair” en conmemoración a esta fecha y allí aprovecha para compartir con el público que tanto la quiere y la respeta, cómo ha sido este último año para ella. Llegó a confesar que ni se había enterado de la pandemia tras estar tan al pendiente de que a su hijo no le faltase nada.
Me dijo: 'Mami, han llamado del hospital. Es malo. Es cáncer'. Y yo contesté: 'No pasa nada, hijo'. Me acuerdo que preguntó: '¿Me voy a morir?'. Le respondí: 'No’
Un arduo camino de lucha ha emprendido toda la familia de Aless en busca de un remedio milagroso. El cáncer fue diagnosticado en 2018 y allí empezó la incansable lucha. Ana Obregón viajó a Estados Unidos a acompañar a su vástago para ganarle esta batalla al Cáncer. Lo lograron, a fines de 2019 ya estaban en España nuevamente.
En un control de rutina, las malas noticias volvieron a poner sombra a su vida. Había vuelto el cáncer y esa vez, la victoria se la llevaría esta maligna enfermedad. Desde ese momento, Ana Obregón transita uno de los peores momentos en su vida:
Mi dolor es su dolor, porque él quería vivir. Amaba la vida. No voy de víctima 'ay, pobrecita', no. Me duele su dolor de no estar aquí. La persona más vitalista que he visto nunca.
Y no dudamos de ello. Además de convertir su red social favorita en un santuario para su hijo y una reinvención de ella como persona, ha compartido que se siente muerta desde el día que partió su hijo:
Me morí el día que se fue mi hijo. Me morí. Sé que voy a renacer, pero estoy muerta. Aunque por otro lado, fíjate, me siento muy libre porque ahora no tengo miedo a nada.
Una tristeza inmensa que no deja de causarnos sensaciones muy conmovedoras, incluso de ir directo a nuestras casas y abrazar a quienes amamos. Un profundo respeto hacia nuestra querida Ana Obregón.