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Gambas al ajillo, el plato ideal que te hará quedar bien en una cena familiar

Uno de los platillos españoles típicos y más fáciles de hacer.
lunes, 17 de mayo de 2021 · 01:45

Hoy presentaremos una de las recetas más famosas en la gastronomía española, tanto que en cualquier parte del mundo podemos encontrarlas y seguro nombrarán nuestro país si alguien pregunta su origen, porque la realidad es que son muy populares: las gambas al ajillo.

Se puede decir que las gambas al ajillo son uno de los platillos más simples aunque cada cocinero tiene sus propios secretos y toque especial para hacerlas. Quién no recordará el sabor que largan si ponemos un trozo de pan y lo comemos impregnado de su sabor, es que solo se hace agua la boca de pensarlo.

Normalmente, las gambas al ajillo se presentan ya con las gambas peladas, aunque hay algunos osados que las ponen con cabeza, más que nada por mera decoración aunque puede resultar un poco difícil de comer luego, esta es una de las tapas de preferencia por todos los españoles.

Para preparar estas gambas al ajillo vamos a necesitar los siguientes ingredientes: 1 kilo de gamba congelada o fresca, 20 dientes de ajos, 2 guindillas secas (también son buena opción las pimientas de cayena), aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra a gusto. Opcional: 1 chorrito de vino blanco o incluso un toque de vinagre de Jerez y un poco de perejil fresco picado para decorar.

Como existen dos opciones para preparar las gambas al ajillo, vamos a explicar: si las gambas están frescas tenemos que cortarles cabeza y cola, en caso de estar congeladas saltaremos este paso. Luego ponemos las gambas en un cuenco y las lavamos para sacar impurezas, posteriormente, las secamos con un trapo, en cualquiera de las dos opciones sacamos el intestino, salpimentamos y reservamos.

Por otro lado, colocamos en una cazuela, que de preferencia debe ser de barro, un poco de aceite de oliva y ponemos en la estufa a calentar. Pelamos los dientes de ajo, lo cortamos en rodajas finas y los agregamos a la cazuela, cuidando de que solo queden dorados y no se quemen. Después echamos las gambas al aceite, subimos la temperatura y salpimentamos nuevamente. En este momento el aceite cambiará de color, esto es normal porque la gamba suelta su caldo y eso emulsiona.

Agregamos las guindillas, mezclamos bien para incorporar los sabores y servimos inmediatamente cuando la gamba esté en su punto justo de cocción, jugosa y con un toque picante que es delicioso. Las gambas al ajillo pueden ser muy bien acompañadas por un poco de pan y vino blanco, solo resta disfrutar con buena compañía.

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