Las declaraciones de Corinna Larsen que asegurarían que al Emérito le manejaban sus "impulsos naturales"

Las teorías de conspiración dentro del entorno de la realeza siempre están a la orden del día. Hace falta una buena imaginación y un periodista con un micrófono. Pero cuando se trata de Juan Carlos I, todo lo que aparenta ser una sospecha puede que no lo sea.

Una conversación grabada en extrema confidencialidad en el año 2016 en la ciudad de Londres, saldría a la luz para revelar algunos de los secretos que rodean al padre del Rey Felipe, en donde se pondría en evidencia las malas intenciones de su entorno.

Ella se llama Corinna Larsen, aristócrata alemana que mantuvo una estrecha relación de amistad con el exmonarca. Fue parte de la conversación que se filtró a la prensa junto a José Manuel Villarejo, excomisario de una subdivisión española.

Al parecer, la aristócrata se encontraba muy preocupada y por ese motivo acudió a la policía. El medio "Informalia" indica que Corinna sospechaba que un asistente personal del esposo de Doña Sofía estaría filtrando información privada sobre las rutinas cotidianas de la realeza.

Inmediatamente, Corinna realizó asociaciones que indicarían que el ambiente en el que se manejaba Don Juan Carlos no tenía las mejores intenciones para con él. Habrían grandes intereses de manipular al Rey tanto física como psicológicamente.

En un tono preocupante, el audio expone secretos muy personales pertenecientes a la privacidad del heredero de Borbón, en donde se habría producido un hecho que correría todos los límites de la dignidad humana.

Como acota el medio señalado, un supuesto conjunto de suministros podrían haber sido recetados al Rey Juan Carlos para "controlar" sus impulsos naturales, impidiéndole estar incluso con su esposa, Sofía de Grecia.

Esto habría llevado a la depresión del Emérito, evidenciando un estado de vulnerabilidad apto para ser manipulado fácilmente. Y eso es lo que ocurrió según las propias palabras de Corinna Larsen.