REALEZA

Se le murió quien más quería: el drama no cesa en la familia de la Reina Letizia

Un calvario sin fin.
jueves, 18 de marzo de 2021 · 03:30

La sobrina de la Reina Letizia se llama Carla Vigo y ha sufrido lo peor que una niña puede sufrir: la pérdida de una madre que ha decidido poner fin a su vida de la drástica y trágica manera en que lo ha hecho. Pese a ello, los odiadores seriales de la joven no cesan y el drama en la familia Ortíz mucho menos.

Ni siquiera cuando se fue a Alemania las críticas a la sobrina directa de la Reina Letizia se apaciguaron, pues se burlan de su físico, de su personalidad, de su feminismo, de su abierta sexualidad, de no querer ni hacer nada por pertenecer a la realeza y por declararse republicana.

La joven de apenas 20 años, hija de Érika Ortíz, regresó a España después de cuidar niños en Alemania: en su búsqueda de vida y, pese a todo lo que ha sufrido, al igual que su tía Letizia Ortíz, Carla no ha dudado en apostar por la vida y aceptar la oferta de “21 Ship Company” para convertirse en su imagen. 

Así es que Carla ha posado durante una divertida sesión de fotos en Granada como si de una experimentada maniquí se tratara: era una faceta hasta ahora desconocida en Carla, quien ha debutado como modelo con un elegante y vaporoso vestido de fiesta rojo como el que la Reina Letizia lució en la boda de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson.

Pero no la dejan ser feliz, pues su debut como modelo ha desatado numerosas críticas y no han dudado en mandarle mensajes reprochándole la obtención de ese trabajo por Letizia, insinuándole los privilegios que tiene e insultos que la hicieron estallar en Instagram.

Yo no tengo más posibilidades que nadie. Tengo las mismas. No habléis de cosas si no tenéis ni idea. Feos sois vosotros, pero de corazón. No entiendo por qué sois así. ¿Qué daño hago haciendo un anuncio? Antes de opinar de cosas de las que no tenéis ni idea arreglad vuestra vida porque está vacía. Me criticáis por tener más posibilidades según vosotros, pero si os enchufaran porque sí en un sitio no diriáis que no. En fin, la hipocresía.

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