Mote justificado

El apodo que habría recibido el Príncipe Harry por culpa de Meghan Markle

La relación estaba marcada desde un principio.
domingo, 7 de marzo de 2021 · 13:45

El romance entre el Príncipe Harry y Meghan Markle es, hasta el día de hoy, uno del gran misterio de la realeza europea. Cuando el hijo de Diana de Gales dijo que quería renunciar a sus derechos nobiliarios para ser independiente, todas las miradas apuntaron hacia la presunta responsable.

Pero Meghan Markle no tendría nada que ver en este asunto, o al menos así se han encargado de difundirlo. Ella, de descendencia afroamericana y con una historia completamente diferente a la del Príncipe, logró conquistar la pantalla gracias a su interpretación en “Suits". Pero parece que no convenció del todo a la realeza con su brillante actuación. 

Es una actriz en ascenso y eso no agradaba del todo a la corona. El Príncipe Harry complacía cada uno de los caprichos de su dama. Se enamoró perdidamente y quiso poner a disposición todo lo que tenía entre sus posibilidades. Renunció por motus propio, pero seguramente la vida de Meghan Markle lo inspiró.

Sin embargo, entre los pasillos del palacio de Inglaterra todavía circulan los rumores del joven Harry cuando aún era príncipe. Los empleados de mayor confianza le apodaban “el rehén” debido a sus constantes esfuerzos por complacer los caprichos de su entonces prometida.

“El Rehén” era la palabra que mejor describía a la actitud del Príncipe Harry. Lejos de ofenderse o causar algún tipo de escándalo, el joven sonreía con frecuencia al oír ese mote sobre su persona. No le impidió seguir cortejando a su prometida, desafiando incluso a su abuela, la mismísima Reina Isabel.

El pasado mes de enero se cumplió un año del fenómeno que la prensa difundió como “Megxit”. Tanto Harry como Meghan de Sussex renunciaban a la corona, marcando un precedente nunca antes realizado en la historia de la realeza. Por más que intenten culpar a la actriz americana, Harry se presenta como responsable de su propia decisión.

Parece ser que el rehén ha sido víctima del fenómeno de Estocolmo, aunque no podríamos quitarle también la confianza en su propia voluntad. Ambos decidieron ir por un destino completamente diferente, cortando los ingresos de la realeza y persiguiendo sus propias ambiciones.

A un año de haber dado el paso al costado ¿seguirá siendo todo tan fácil? ¿Impedirá la Reina Isabel que se siga adelante con el proceso de destitución de la corona? ¿Cómo afectará esto a las próximas generaciones de la monarquía?

Otras Noticias