UNA VIDA DE PELÍCULA

Las luces y sombras del Duque de Edimburgo quedan expuestas ante su partida

Un recorrido por los 99 años del hombre que conquistó al pueblo británico.
sábado, 10 de abril de 2021 · 06:00

La partida del Duque Felipe de Edimburgo a los 99 años, es quizás el cierre de una de las historias más movilizantes que se conocen. Un hombre que conoció el cielo y el infierno antes de el amor que le cambió la vida. Eterno segundo de su esposa, su historia está cargada de tintes de película.

Su infancia fue dura. Hijo de la Princesa Alicia de Inglaterra y Andrés de Grecia, vivió en el exilio desde pequeño, cuando sus padres debieron huir de Grecia tras la derrota en la guerra con Turquía. El pequeño Felipe atravesó dicho martirio durmiendo dentro en un cajón de naranjas.

Gracias a la cordialidad del Rey Christian X de Dinamarca, tanto él como su familia pudieron radicarse en París, donde conocieron la decadencia. Su madre fue internada en un centro de salud mental por su depresión y su padre vivía de bacanales y amoríos.

Durante parte de su niñez y adolescencia, el Duque de Edimburgo se radicó en Alemania, donde sus cuatro hermanas se codeaban con los jerarcas alemanes y con miembros del nazismo. La escuela Salem, donde se formó, era un centro de educación con prácticas cuestionables que formaron su rígido carácter.

Con sus hijas casadas con aristócratas alemanes y su hijo bien ubicado, Andrés se mudó a Montecarlo con una amante y Alicia no pudo más con el dolor. La depresión caló hondo en ella y fue trasladada a un centro suizo. En medio de todo este pesar, Felipe vivió con su abuela materna, la marquesa viuda de Milford Haven. 

Princesa Alicia de Inglaterra.

Tras un paso por la escuela Cheam School de Reino Unido, Felipe llegó al internado de Gordonstoun, en Escocia, donde pasó lo peor de su adolescencia. Su hermana Cecilia, quien fuera su confidente y más cercana, falleció en un accidente aéreo cuando se dirigía a Londres.

Al finalizar sus estudios, se unió a la Marina Real Británica y allí su vida cambió por completo. En una visita que Jorge VI, monarca del Reino Unido, hizo a la Universidad Naval junto a sus hijas, Felipe e Isabel cruzaron sus miradas. Desde ese entonces y hasta el día de hoy, sus vidas se hicieron una.

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