Privilegio real

Las razones por las que la Reina Isabel celebró dos veces su cumpleaños

Su Majestad hace caso a una tradición que se arrastra desde el siglo XVIII.
domingo, 13 de junio de 2021 · 10:25

Mucho se ha hablado sobre el cumpleaños de la Reina Isabel el pasado 21 de abril. Es que, distintos a otros años, esa fecha estaba marcada por la ausencia de la persona que la acompañó siempre a su lado. Hablamos del Duque de Edimburgo, fallecido el pasado 10 de abril a los 99 años.

Aquel día de abril, los ánimos para levantar la copa y brindar por los 95 años de la Reina Isabel brillaban por su ausencia. Pero ayer, sábado 12 de junio, se celebró su segundo cumpleaños y ahí sí que hubo un despliegue tal como merece la conmemoración del natalicio de Su Majestad de Inglaterra.

Una tradición de la realeza indica que el segundo sábado de junio serán reservados para celebrar un “cumpleaños oficial” que implicará el desfile y despliegue de las fuerzas. Esta tradición viene proclamándose desde el año 1748 y el único motivo que la argumenta es el hecho del clima.

Si, así tal cual como leéis. Supuestamente, se estima que para las fechas de junio el clima llegaría a su mejor índice. El término medio del ferviente verano hace el equilibrio perfecto para gozar de un cumpleaños al aire libre con un buen clima y para que los soldados puedan desfilar con mayor comodidad. 

Para Inglaterra, ese desfile se llama “Trooping the Colour”, que traducido a nuestro idioma sería “Desfile de estandarte”. El mismo se dio en el cuadrilátero frente del castill en el que participaron la compañía de guardias escoceses, caballería y algunos músicos. Esta tradición arrastra desde el año 1748 y es usada como una opción válida para celebrar públicamente el cumpleaños de el o la Reina de aquel momento. Por supuesto que la Reina Isabel hizo caso a estos deberes de celebración, pero con todos los cuidados al filo.

Reemplazando la tradicional banca de su esposo, el Duque de Edimburgo, se encontraba su primo Eduardo, más conocido como el Duque de Kent. Él fue el reemplazo perfecto de esta celebración marcada por la doble ausencia. Recordemos que no solo  falleció en Duque de Edimburgo, sino que, también, el Príncipe Harry decidió abandonar la vida royal por voluntad propia. 

Si bien el grupo de invitados fue muy reducido, Su Majestad no se privó de ver a los soldados desfilar, como así también el despliegue de los aviones dibujando sobre el cielo las tradicionales franjas de color rojo, blanco y azul.

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