La impensada razón por la que el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía se niegan a firmar su divorcio

Desde hace un poco más de un año, el vínculo entre la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos, se ha visto realmente deteriorado ante la crónica social española y, por supuesto, ante los cercanos a la prensa real, que catalogan esta pareja real como una de las más distantes de la actualidad.

Desde las polémicas declaraciones de Corinna Larsen sobre su "entrañable amistad" con el rey Juan Carlos, la Reina Emérita ha tenido que hacer el foco de los escándalos, entre quienes reconocen al padre de Felipe VI como un gran infiel; pero además su esposa ha tenido que guardar silencio en medio de una investigación anticorrupción que lo ha mantenido en el exilio en Emiratos Árabes Unidos. 

A los efectos actuales,  los reyes ya no están juntos aunque ostentan sus cargos solo de manera honorífica desde la abdicación de 2014. Por años, esta realidad ha sido la que domina la Familia Real de España: un matrimonio oficial y de nombre, pero no para los efectos familiares ni de la Corona, una inevitable ruptura que distanciaría a los reyes de por vida. 

Por años, la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos han sido catalogados por la prensa real como "dos almas distintas", pues Sofía de Grecia siempre se mostró muy apegada a la religión, entusiasta por la ciencia y algunos temas sensibles de la sociedad; mientras que los viajes y la pasión por la caza dominaban los días de Juan Carlos. 

Pero la posterior y creciente impopularidad de la Monarquía hizo que las traiciones y diferencias se pusieran entre ambos a la orden del día. Han sido los viajes y los desacuerdos maritales, desde que Felipe era un niño, que terminaron de desencantar a la pareja real. 

Desde los primeros años del matrimonio, se ha hablado de las constantes infidelidades del Rey Juan Carlos y de los disgustos de Sofía que habrían acabado por salir muchas veces de los límites de Zarzuela. Aunque la Reina Sofía se ha mantenido formalmente casada, se habla de una especie de "divorcio interno" en el que ambos ya no compartirían espacios matrimoniales. El protocolo se habría mantenido al pie debido al peso de las coronas que ambos llevaron.