La carta de presentación que Lady Di brindó al mundo el día de su boda

Desde el comienzo se perfilaba a Lady Di como una mujer fuera de las normas. Su inocente personalidad reflejaba en ella la frescura de alguien que recién empieza a ver el mundo con sus luces y sombras. Lamentablemente, esas tinieblas llegaron a materializarse de una forma tardía.

Pero al comienzo todo era un cuento de hadas. Lady Di había absorbido desde su niñez una pasión indiscutible por los cuentos de hadas y princesas. Pertenecía a una familia aristócrata, por lo que las posibilidades de que aparezca ese “Príncipe azul” estaban más que prendidas en su imaginación.

El asunto fue que el Príncipe Carlos tenía todos los colores, no solo el azul. Con una diferencia etaria de 14 años, Lady Di se casó con el heredero de la corona británica y desde que se produjo esa unión ya nos daba una señal de que ella sería diferente. No solo fue la Princesa más amada por el pueblo, sino la mujer que marcó la diferencia y la grieta desde el minuto cero.

Fotogénica, espontánea y fresca. Así fue como se dio a conocer Lady Di ante el mundo y el evento de su boda firmó como nunca ese sello distintivo. Empezando por la curiosa melena corta, peinado que inspiró a cientos de mujeres para imitarlo en sus cabelleras. No era costumbre que una integrante de la realeza usara ese cabello tan corto. Sin embargo, con Diana Spencer se produjeron varias excepciones.

Antes de pasar al testigo, protagonista indiscutible de este gran evento catalogado como “la boda del año”, hablemos de las joyas. Tanto la tiara como los aretes pertenecían a su familia. Ningún miembro de la familia de la Reina Isabel le concedió una sola joya, como se suele acostumbrar. Ella eligió la tiara de su abuela y los aretes de su madre, en señal de empoderamiento de las mujeres más importantes de su vida.

La timidez de esos primeros tiempos eran la joya que más destacaba a Lady Di. Claro que esto se contradecía un poco con el despampanante vestido de la boda, especialmente confeccionado para la Princesa con una cola de 6 metros. Impresionante.

Actualmente, ese vestido tiene grandes proyectos de ser exhibido en uno de los museos más prestigiosos de gran Bretaña. Allí se encuentra la pieza invaluable del famoso vestido con el que Lady Di se metió al mundo entero adentro del bolsillo. Su tierna mirada quedará inmortalizada en esas imágenes que demuestran la frescura e inocencia de una Princesa exenta de la tragedia.