Una persona cercana a Meghan Markle reveló el verdadero motivo de su huida de la corona

El suceso de Meghan Markle continúa dando qué hablar. Es que es la única vez en la historia que dos miembros de la realeza, y uno de ellos legítimo heredero del trono, deciden partir de la vida royal dejando atrás un escándalo mayor al del agujero de la capa de ozono.

Al parecer, alguien entendería muy bien cuáles son esos motivos y no tienen nada que ver con pleitos o enemistades, como han aventado algunos rumores. La partida de Meghan Markle no tiene uno ni dos, sino muchos motivos que fueron los que desencadenaron el resultado final. Hoy la actriz de “Suits” vive en los Estados Unidos y allí se quedará, según expone con sus propias actitudes.

La vizcondesa Hinchingbrooke, llamada Julie Montagu, tiene una historia similar a la de Meghan Markle. Se casó con un alto miembro de la aristocracia inglesa y tuvo que ceder algunas cosas. Primero y principal, decirle adiós a los Estados Unidos y mudarse a Gran Bretaña para cumplir con su deber de chica royal.

El medio “Tatler” logró una entrevista con Julie, preguntándole acerca de los valores y límites que tiene que vivir una persona que quiere tener una vida en la realeza. Según sus palabras, las opciones no son muchas: obedecer a la Reina u obedecer a la Reina. Al lado de esas dos opciones, la pared.

No puedes ser realmente ser, hacer o decir lo que quieras (como miembro de la realeza) ... porque tienes un deber con la reina y eso es muy difícil para alguien como Meghan.

Viniendo de una cultura y tradiciones completamente diferentes, de repente la Duquesa de Sussex se encontraba recibiendo órdenes de una anciana cuya nacionalidad no era la misma que su origen. ¿A quién entonces le debía lealtad Meghan Markle si no a la Reina?

Nos atrevemos a decir que Meghan Markle solo debía lealtad a sí misma, a sus principios y a su propia crianza con la que formó su personalidad. Y todo eso no está en suelo inglés, sino más bien en la tierra prometida del “Sueño americano”. Julie dice:

"Es muy difícil tener que renunciar al 'sueño americano' y aceptar que alguien le dijera qué podía o no decir. Es difícil que el amor y el deber funcionen simultáneamente, y eso es lo que Harry y Meghan querían en las negociaciones con la reina, esta sinergia para hacer que ambas partes funcionen, pero la reina les dijo que no''.

Amor y deber no pueden ir en el mismo carril, ¿o sí? Puede que haya excepciones, pero la realeza británica nunca se ha caracterizado por innovar. Han tenido que ser el Príncipe Harry y Meghan Markle quienes den un giro en la historia de esa monumental “Firma”. Claro que quien primero rompió las reglas fue Lady Di.