LOS RINOCERONTES O SUS HIJOS

La difícil vida de Charlene de Mónaco, rodeada por las oscuras sombras de la opinión pública

Ni su oído ni su postura política la ayudan a sobreponerse por completo de esta crisis.
miércoles, 11 de agosto de 2021 · 11:49

Alberto y yo no teníamos otra opción que seguir las instrucciones del equipo médico, a pesar de que resulte difícil.

Confesaba la Princesa para una radio sudafricana en donde explicitaba los motivos de su retraso en el retorno a su amado país. Una infección en los oídos impide que Charlene de Mónaco viaje a más de 20 mil pies de altura. La recomendación médica indica que por su bien debería de quedarse en suelo hasta octubre.

Dos eternos meses quedan para que llegue octubre y finalmente determinar si Charlene puede o no viajar. Mientras tanto, los rumores de crisis matrimonial y rupturas no paran de llegar. Pese a haberlo desmentido, Charlene se enfrenta a una importante cantidad de dementores rodeando su frágil castillo de Hogwarts, donde ni las tres reliquias de la muerte podrían salvarla.

Charlene de Mónaco se convirtió en el ejemplo de los sueños truncados. Su propósito era salvar a los rinocerontes de la caza furtiva que azotaba a su país natal, Sudáfrica. Sin embargo, todos esos planes se fueron directamente a la basura cuando su estadía empezó a prolongarse.

Charlene de Mónaco no fue clara desde un principio. El viaje que duraría cuanto máximo dos semanas, acabó por extenderse cuatro meses ¿Qué fue lo que verdaderamente inspiró a la Princesa a extender tanto su estadía?  ¿Huye de algo?, nos preguntamos todos al inicio de esta secuela.

Los motivos son algo confusos. Por empezar, los rumores de separación siempre azotaron a la pareja. Que la fama de “Don Juan” de Alberto, que la demasiada inocencia de Charlene de Mónaco, entre otras cosas. La prensa jamás dejó de acecharlos y este evento sorpresivo solo alimentó a aquel monstruo.

Pero los rumores de separación tienen una razón de ser. Alberto, en estos momentos, está siendo interrogado por una supuesta paternidad. Ya pasaron dos niños buscando el gen de papa y la justicia dejó en pendiente ese asunto. Ahora parece que hay una tercera persona interesada en reclamar el título de “papi” lo cual alimentó aún más la teoría de que en realidad Charlene está huyendo.

Sin sus hijos, sin marido y lejos de toda su familia y la tierra que la vio crecer. Así es el contexto de Charlene de Mónaco hoy y parece no querer cambiar.

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