Los detalles que no pasaron desapercibidos en la despedida de la Princesa Leonor

A veces frivolizamos demasiado ciertas situaciones. La rutina o la costumbre hace que, por ejemplo, hablemos de la familia real como piezas de ajedrez. Lo cierto es que estas imágenes nos recuerdan un poco lo similares que somos los unos a los otros. Una despedida siempre será amarga y triste, así seas la Princesa Leonor o Paquita Salas. Nos duelen a todos por igual.

Esto mismo es lo que ha ocurrido con la partida de la Princesa Leonor esta mañana. Ella, sus padres y su hermana, la Infanta Sofía, se dirigieron a la terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para fundirse en un último abrazo.

Desde comienzos de año se confirmó que la Princesa Leonor acudiría al UWC Atlantic College, un prestigioso centro de estudios que no posee filosofía religiosa y alberga a estudiantes de distintos estratos sociales y nacionalidades. Una verdadera experiencia cultural que enriquecerá la formación de la heredera al trono.

El costo del curso ronda los 78 mil euros, pero conservad la calma que hasta el último euro fue puesto desde el bolsillo de los Reyes con su asignación anual. Dos años dura el total de la formación, tiempo suficiente para que la Princesa Leonor complete su formación básica y enfrente su destino como futura Reina.

Pero más allá de la frivolidad de estos datos, recordemos que estamos ante una despedida y una familia que ve partir a su hija por primera vez. Leonor tiene 15 años y se enfrenta a un desarraigo en otro país, con otro idioma y otra vida completamente diferente a la que ha conocido.

Las imágenes de un tierno abrazo fundiéndose con su hermana Sofía ha conmovido a toda España. Dos hermanas que comparten todo juntas ahora deben separarse. Y ni hablar de los padres. Si bien el Rey Felipe ya atravesó esa situación, es la primera vez que ve a su hija partir tan lejos y tanto tiempo.

Se espera que Leonor pueda viajar a algunos actos oficiales, como los Premios Princesa de Asturias, por ejemplo. Por lo pronto se espera que su regreso sea recién para Navidad, donde tendrá tres semanas de vacaciones para poder disfrutar de su familia.

Las imágenes dicen más que mil palabras. Basta solo con decodificar el lenguaje corporal básico de esta familia atravesada por el dolor de la partida. Felipe ejerciendo su rol de padre dándole los últimos consejos a su pequeña. Sofía arropada a su papá por la partida de su hermana. Leonor mirando al frente, dispuesta a enfrentar el destino que le fue impuesto.