NO DA PARA MÁS
La verdadera razón por la que Charlene de Mónaco permanecería alejada de su familia
La Princesa podría haber organizado todo para no enfrentar una cruda verdad.
Desde que Charlene de Mónaco se instaló en Sudáfrica más tiempo del que tenía previsto, los rumores sobre crisis matrimonial y separación han estado a la orden del día. Lo cierto es que estos rumores llegan en el momento más inoportuno para la Princesa, lejos de su familia, de su trabajo y, sobre todo, de su querido Alberto.
Charlene de Mónaco emprendió un viaje en mayo de este año con el objetivo de promocionar una campaña benéfica en su país natal. Pero una infección en la zona bucal se le propagó al oído mientras estaba en Sudáfrica y es al día de hoy que la querida nadadora se encuentra en plena recuperación.
No puede viajar a más de 20 mil pies de altura. Si lo hace, corre el inmenso riesgo de perder por completo el oído. Es por eso que la paciencia ha de ser la mejor amiga de Charlene de Mónaco en estos tiempos de incertidumbre. Pero mientras ¿Qué pasará con su esposo?
Alberto de Mónaco ha reaccionado de forma sorpresiva ante este imprevisto de Charlene. Retomando su agenda con total tranquilidad, el Consorte ha asistido a todos sus compromisos sin su esposa lo cual abrió un mar de posibilidades de que, en realidad, las cosas en la pareja no andaban del todo bien.
Antes de conocer a Charlene, la prensa tildaba al heredero del trono como un hombre demasiado mujeriego. Tuvo sus intensas historias de amor con mujeres como Alexandre Grimaldi-Conte y Jazmin Grace Grimaldi. Ambas han interpuesto una denuncia por paternidad hacia el esposo de la Princesa nadadora, juicio que hoy por hoy cobra mucha relevancia.
Hace tiempo que Alberto de Mónaco es interrogado por esta supuesta paternidad. No serían dos los hijos del Consorte, sino cuatro. Una hija más de 15 años y otra de 34 están en la lista de espera para ser reconocidas por el Royal. Mientras, Alberto practica la gran “Nino”, ni noticias.
La prensa ha tomado la estadía de Charlene de Mónaco como una señal de discordia, distancia, encubrimiento y hasta de escape. Lo cierto es que la Princesa ha dicho a viva voz que es su problema de salud el que le impide reunirse con su gente amada. Sin embargo, esas declaraciones parecen no satisfacer lo suficiente y bien sabemos que cuando el rio suena, es porque en su interior agua trae.
