La razón que divide eternamente a Charlene de Mónaco, mientras el Príncipe Alberto la espera

La distancia entre Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto parece ir más allá de los kilómetros, aunque ellos se empeñan en demostrar que siguen unidos y enamorados, hay pruebas que hablan por sí solas de que podrían estar atravesando una crisis y las cosas no andarían tan bien.

Charlene de Mónaco lleva varios meses recluida en Sudáfrica, víctima de una infección odofaríngea que, por el momento, no la ayuda para volver a casa cerca de su familia. Tanto el Príncipe Alberto como sus hijos han viajado todas las veces que la agenda se los permitió para estar cerca de ella y ayudarla por las intervenciones a las que se ha tenido que someter para apurar su regreso. Sin embargo, una estancia de la ex del miembro real a Mónaco y las declaraciones de una tía apuntan a que su divorcio podría ser inminente.

Además de todo esto, hay otras cuestiones que podrían separar definitivamente a la Princesa y su esposo, una es que por lo visto Charlene no está echando en falta la tierra de Mónaco, puesto que se encuentra muy a gusto en el país africano y hasta tiene un pedazo de paraíso totalmente para ella. Se encuentra alojada en el Thanda Safari, ubicado en la zona de Kwazulu-Natal, que sería uno de los lugares mejor valorados.

Recordemos que Charlene de Mónaco está muy comprometida con causas ambientales y totalmente en contra de la caza furtiva de rinocerontes, algo que aprovechó para publicitar en su estancia en Sudáfrica. El lugar en el que se aloja la ayuda a conectar cada día más con la naturaleza, puesto que Thanda Safari ofrece lugares con vistas a un pozo de agua, además de tener decoración exclusiva de este país y por supuesto especies distintivas en contacto con la gente.

Además, este paraíso en el que se encuentra Charlene de Mónaco cuenta con aventura de safari con 15 tiendas de lujo en un entorno natural, y también las áreas compartidas incluyen una gran piscina y una tienda de spa. El corazón de la Princesa se ve un poco dividido, por un lado está claro que extraña la presencia de su familia, sobre todo sus hijos, pero por el otro está muy conforme con esta nueva vida que lleva desde Sudáfrica.

Si las cosas salen bien, la esposa del Príncipe Alberto de Mónaco debería estar tomando un vuelo de regreso a casa durante el mes de octubre. Solo de esta manera se van a disipar un poco los rumores de crisis y divorcio en puerta que la pareja real viene afrontando desde hace meses.