Alberto de Mónaco retoma su agenda y se aferra a su mejor compañía lejos de Charlene

El Príncipe Alberto retomó su agenda luego de haber ido a visitar a Charlene de Mónaco en Sudáfrica junto a sus hijos. Fue el reencuentro más esperado, ya que las críticas de una posible separación estaban como filo esperando un veredicto final.

Charlene de Mónaco partió a Sudáfrica para promocionar una causa benéfica. Pero una infección en el seno maxilar se expandió hacia toda la zona bucal y es al día de hoy que se encuentra varada en su tierra natal, lejos de su amado esposo y de sus dos tesoros, sus hijos.

Mucho se ha especulado desde aquel entonces. se ha dicho que Charlene de Mónaco se separó del Príncipe Alberto por la presencia de un tercer hijo. Se dijo incluso que la ex nadadora olímpica estaba siendo asesorada por una adivina que predijo este destino. Una verdadera locura.

Lo cierto es que la primer “supuesta” visita de Alberto de Mónaco a Charlene fue toda una incógnita, no había fotos ni registro alguno que confirmaran la presencia del aristócrata en la zona. Los rumores de separación crecían y crecían.

Para su segunda visita, ocurrida hace tan solo dos semanas, el tratamiento fue diferente. El Príncipe Alberto se dejó ver, él junto a sus hijos y la querida Charlene de Mónaco, quien no podía disimular la felicidad en su interior.

Como dice el refrán “el show debe continuar” y los asuntos del Palacio debían de poner orden, así como la escolaridad de los pequeños. Charlene de Mónaco vio partir nuevamente a su familia, quedando una vez más a la espera de que pueda volver a viajar prontamente.

Mientras, Alberto de Mónaco no pierde el tiempo se dirigió hacia Dublín a visitar una biblioteca a la cual su país había donado 1 millón de euros para restaurar. Lo tierno de este evento fue que su compañía estuvo engalanada con nada más y nada menos que sus dos hijos, Gabriela y Jaime.

Las imágenes dieron vuelta por todas las redes. Los pequeños se robaron el total protagonismo de la situación, adentrándose de a poco a un mundo al que pertenecen, impuesto desde su nacimiento. Eso sí, nadie mencionó si quiera una sola palabra sobre Charlene de Mónaco. El palacio siempre se mantiene sigiloso ante esa situación, lo cual aviva aún más la pregunta de qué tan bien estarán los Príncipes en su matrimonio y por qué ocultan tanto a la Princesa en su ausencia.