Los tormentos ocultos en la salud del Rey Felipe salen a la luz en el peor momento

Si hay algo que ha caracterizado históricamente a la Familia Real Española, es el hermetismo respecto a los aspectos personales de sus integrantes. Todo lo que se ve de cada uno de ellos es lo que exponen y no mucho más. Quizás los más jóvenes están más sueltos con la prensa, pero de todos modos evitan hacer declaraciones y contar sus problemas. Recientemente, algunas facetas ocultas del Rey Felipe quedaron expuestas y preocupan.

Jaime Peñafiel, experto en la materia Aristocrática, ha logrado explicar dos padecimientos del hijo del Rey emérito Juan Carlos. La Corona nunca ha brindado explicaciones del por qué una pieza clave como Felipe padece onicofagia y narcolepsia, si actualmente realiza tratamientos. Nunca han echado luz de estos padeceres.

La onicofagia es el hábito de comerse las uñas compulsivamente. Este trastorno logra que la persona que lo padece sufra con el paso del tiempo problemas en los dientes, deformaciones en la cutícula, verrugas e infecciones. Por este motivo, más de una vez se pudo ver al Rey Felipe con lastimaduras, banditas en sus manos o con las heridas de sus dedos cubiertas.

 Felipe se quedaba dormido hasta de pie.

Respecto a la narcolepsia del marido de la Reina Letizia, esta fue notoria cuando se encontraba en el internado de Canadá. Según el testimonio de Peñafiel, Felipe tenía serios problemas para adaptarse debido a esta enfermedad. "Aunque su compañero de habitación hacía las veces de despertador, no conseguía que se despertara y se desesperaba por el persistente sueño tan profundo de Felipe", explicó el comunicador.

En la noche del 23 F, su padre le obligó a permanecer junto a él en su despacho y le gritó: 'Felipe no te duermas'.