No todo es lo que parece
El día que Miguel Boyer quiso terminar su relación con Isabel Preysler, pero algo se interpuso
La socialité habría vivido sus horas más bajas tras la decisión del político.Isabel Preysler y Miguel Boyer se convirtieron en la pareja más buscada por la prensa en la década del 80, por un lado, ambos estaban comprometidos, la filipina casada con Carlos Falcó, el difunto Marqués de Griñón y, el político, estaba unido a la reconocida médica, Elena Arneldo, sin embargo, el flechazo fue inmediato y no podrían huir de sus sentimientos. Coincidieron en más de una oportunidad en las emblemáticas "lentejas de la Mona Jiménez", la única mujer capaz de juntar en una tertulia a políticos de diferentes líneas ideológicas.
Isabel Preysler y Miguel Boyer formalizaron su relación en el año 1985 justo después de que el político dejara el gobierno, pero, aparecieron en público por primera vez en el año 1986 y es que había un gran trasfondo que pesaba sobre los hombros del padre de la última hija de la socialité. Tras el gran triunfo socialista en 1982 fue nombrado Ministro de Economía y Hacienda por Felipe González, en este sentido, es necesario destacar que el principal objetivo era que España pueda acceder a la Comunidad Económica Europea.
El francés debía jugar su juego en el gobierno de una manera estratégica, con la mente en frío, pero con la suficiente audacia, perseverancia e inteligencia para sacar al país de la gran crisis, para esto debía modernizar la economía y acabar con las políticas fiscales restrictivas, pues así lo hizo y jamás le tembló la mano, de hecho, siempre será recordado por los ajustes que logró llevar a cabo: reforma de los arrendamientos (el decreto Boyer), reforma de las pensiones, liberalización de los horarios comerciales, mayor flexibilidad para los mercantes y, por supuesto, lograr la inversión extranjera de manera directa.
Miguel Boyer fue considerado el Ministro más poderoso del Gobierno y en tal lugar se encontró con los opositores, principalmente, del sector sindicalista, aunque los compañeros de su propio gabinete no se quedarían atrás, pues no veían con buenos ojos la relación que estaba manteniendo con Isabel Preysler. Para aquellas épocas el licenciado en Ciencias Físicas y en Ciencias Económicas tenía una enorme presión, su noviazgo ocupaba las portadas y su carrera política era cuestionada constantemente, en tal contexto tomó una de las grandes decisiones de su vida, pero qué poco le duraría.
Julio Emilio Alonso Manglano, director del Centro Superior de Información de la Defensa entre 1981 y 1995, brindó la información obtenida por el ministro de Defensa, Narcís Serra: "Miguel Boyer llegó un lunes a casa de su mujer para decirle que lo había pensado bien y que volvía con ella. Llevó con él paquetes y maletas. Elena estaba encantada y arrepentida. Al día siguiente dijo que le había llamado ‘la China’ para decirle que no podía vivir sin él. A él le ocurría lo mismo, y se fue de su casa a casa de un hermano. Allí es donde parece que ‘la China’ le dijo que iba a pedir la separación o el divorcio al Marqués de Griñón. Este verano veranearon juntos en Marbella. Elena pedirá el divorcio".
Mientras todo esto se gestaba, el presidente Felipe González había propuesto la creación de dos vicepresidencias más, una le había ofrecido al difunto marido de Isabel Preysler, pero ante la oposición del sevillano Alfonso Guerra, quien había advertido con antelación que se marcharía si esto sucedía, todo terminó por derrumbarse, finalmente el padre de Ana Boyer dimitió de su cargo el 6 de julio de 1985, convirtiéndose así la figura política más criticada del país.