NO LO PENSÓ BIEN

El grave error que casi le cuesta una pérdida millonaria a Freddie Mercury

El vocalista de Queen no se dio cuenta de que estaba muy equivocado.
sábado, 16 de octubre de 2021 · 10:36

Si pensamos en la esencia de Queen, seguro se nos viene a la cabeza Freddie Mercury. El artista le daba un toque especial a la banda y por eso, cuando falleció, nada volvió a ser lo mismo. En la actualidad, el grupo se considera activo, pero la realidad es que no se compara con la época en la que era el músico quien le daba vida.

Freddie Mercury tenía una voz invaluable que, con el paso del tiempo, lo convirtió en una leyenda viva de la música. El vocalista de Queen era único, especial y un artista por completo porque, además, regaló una infinidad de letras y canciones que no se comparan con ninguna otra.

Aunque era un genio en muchos aspectos, había otros en los que Freddie Mercury era un completo ignorante o tal vez en esa época aún no se conocían tantos estudios como ahora. La realidad es que el cantante se negaba a muchas intervenciones por miedo a que su voz se afectara, puesto que era lo más importante que tenía.

Las críticas que más recibió a lo largo de los años siempre fueron por sus dientes: tenía un tipo de mandíbula particular y por muchos años la prensa le preguntó si quería mejorarlo, pero Freddie Mercury respondía a la defensiva y expresando que no tenía ninguna intención de cambiar. Atrás de sus palabras se escondía una creencia que a veces le hacía perder millones de dólares que podría haber empleado en vender su imagen.

No tengo nada que esconder. Bueno, solo mis dientes, no me gusta que sean tan prominentes. Me los tengo que arreglar, pero no tengo tiempo. Por lo demás, soy perfecto.

Lo que tenía en realidad Freddie Mercury era, según especialistas de ortodoncia, “dentición supernumeraria”. En vez de tener 34 piezas dentales, tenía 36. Para el cantante, eso era lo que lo hacía contar con una mayor caja sonora que le brindaba su especial voz, algo que para nada era cierto porque su color vocal no tenía nada que ver con su dentadura.