Quedó en su memoria

La canción más dolorosa que tuvo que cantar Julio Iglesias y que le cambió la vida para siempre

El artista madrileño es digno de admirar.
lunes, 18 de octubre de 2021 · 03:15

Que Julio Iglesias es uno de los artistas más destacados de España y de toda el habla hispana no hay dudas, pues no solo conquistó a sus fanáticos con su arte maravilloso en la canción que lo llevó a obtener 500 discos de platino, 1000 discos de oro y más de 300 millones de copias vendidas a lo largo de toda su trayectoria musical, sino que también para muchos es un gran ejemplo a seguir.

En su cumpleaños número 78, el 23 de septiembre pasado, Julio Iglesias destacó qué es aquello que siempre lo motivó a seguir adelante, puesto que jamás tuvo las circunstancias fáciles y es algo con lo que aprendió a lidiar, de hecho, él mismo se autocalifica como "una persona con capacidad y facilidad de adaptación" algo que ya quedó demostrado en más de una ocasión.

El 22 de septiembre de 1962 el exmarido de Isabel Preysler concretaba uno de sus mayores anhelos: fichar como portero en el Real Madrid Club de Fútbol, sin embargo, las cosas no salieron como estaban planificadas y un accidente automovilístico echó por tierra todos sus deseos de triunfar en el campo de juego.

He sido un guerrillero porque a mí todo me ha costado trabajo en la vida. Yo no tenía piernas, estaba muerto y tenía el alma en vilo.

Confesó Julio Iglesias en una de sus tantas entrevistas para los medios de comunicación nacionales. En efecto, siempre presume de su resiliencia. Recientemente, para despejar los rumores sobre su estado de salud compartió una fotografía en su cuenta oficial de Instagram en donde detallaba que era el momento en el cual se estaba recuperando del accidente que casi le cuesta la vida.

En esta foto me estaba recuperando poco a poco del accidente. Mi alma y mi cabeza me dieron la fuerza suficiente para seguir viviendo.

Lo que muchos no sabían es que Julio Iglesias, aún dos años después continuaba en proceso de recuperación y rehabilitación tras varias intervenciones quirúrgicas y fue en esa época  cuando apareció una especie de ángel de la guarda: Eladio Magdaleno, uno de los enfermeros del hospital Eloy Gonzalo, le regaló una guitarra que se convirtió en su pase directo a la gloria y a la fama que perduran hasta el día de hoy.