"Gachas dulces", el postre que no puede faltar en la noche de Halloween

Las gachas dulces son unos de los postres más tradicionales que se preparan en Jaén, España, aunque también se considera un plato típico de Sevilla y Cádiz, sitios donde se conocen como poleas, al igual que en Toledo, Cuenca y Almería. Tanto las gachas dulces manchegas como las andaluzas tienen preparaciones similares y ambas son una verdadera delicia.

Según los expertos en este postre o desayuno español, es costumbre que se lo realice a fines de octubre, ideal para la noche de Halloween, o a principios de noviembre, el Día de los Difuntos. Sin embargo, hay quienes disfrutan de este manjar en cualquier época del año. 

Lo cierto es que las gachas dulces se destacan mucho en España por ser muy parecidas a las suaves y deliciosas natillas que se preparan con leche, limón y canela. Sin dudas, un plato dulce con el que puedes deleitar a tus amigos o a tus invitados y que no resulta nada complicado de preparar, ya que tiene pasos muy sencillos e ingredientes que puedes tener en casa.

Ingredientes

100 g de harina de trigo común

90 ml de aceite de oliva suave

800 ml de leche desnatada

180 g de azúcar blanco

1 pizca de sal

1 rama de canela

1 cucharada sopera de canela en polvo

1 cucharada sopera de anís en grano o matalahúva

1 taza de trozos de pan

1 trozo de corteza de limón

Preparación

Para comenzar con nuestras gachas dulces, en primer lugar debemos colocar a fuego medio un cazo con la leche, la canela y la cáscara de limón hasta que hierva. Durante el proceso, hay que cuidar que la leche no se desborde, manteniendo la temperatura media por cuatro minutos. Una vez que se cumpla el tiempo, retiras el cazo y quitas la canela y la cáscara de limón.

Como segundo paso, volcamos un poco de aceite en una sartén y freímos a fuego medio bajo los trozos de pan, a los que daremos vuelta cuando estén dorados por todas partes. Acto seguido, en el mismo aceite que utilizamos para el pan, incorporamos los granos de anís, removemos por un minuto, colamos el aceite con un colador y a ese aceite lo vertemos en una cacerola. 

A continuación, doramos la harina por medio minuto removiendo con unas varillas manuales. Luego, vertimos la leche poco a poco, mezclamos constantemente hasta que se forme una crema espesa y continuamos con los movimientos hasta que su textura sea similar a la de una natilla. 

Lo siguiente será añadir el azúcar, una pizca de sal y removemos hasta que todos los ingredientes se hayan diluido por completo. Por último, para que nuestras gachas dulces estén perfectas, debemos dejar que la preparación se enfríe durante 2 horas como mínimo en la nevera. Fundamental al momento de servir: no olvidar los panes fritos y colocar canela en polvo, otra variante puede ser hilos de miel de caña.