La imperiosa necesidad que tenía Camilo Sesto que lo perjudicó en reiteradas ocasiones

El pasado 8 de septiembre se cumplieron dos años del fallecimiento de uno de los artistas más grandes que tuvo España, especialmente Alcoy. Camilo Sesto partía de este mundo dejando un impresionante legado en el mundo de la música y algunas confesiones que nos demostraban cuán apasionado era en todo lo que hacía y más cuando se trataba de brindar amor.

El cantante que comenzó a tener éxito en la década de los 60 supo conquistar a multitudes no solo con sus canciones, su potente voz, su mirada seductora y su manera de desenvolverse arriba del escenario, hacían de él, una de las estrellas más aclamadas por el público.

Pero además de todo ello, Camilo Sesto causaba admiración en su gente por otra característica en particular que solo los más fanáticos de él, quienes conocían hasta el más mínimo detalle de lo que ocurría en su vida, podían notar en todo momento y era su entrega. 

De hecho, el oriundo de Alcoy lo reconoció en alguna oportunidad, aunque muchos lo vieran como algo negativo, para él siempre fue una virtud y disfrutaba de ese aspecto de su personalidad. "Doy todo lo que puedo a todo el mundo, a las mujeres un poco más porque se lo merecen. Soy una persona que no cierro mis puertas a nadie y quiero a todos".

Por si fuera poco, Camilo Sesto aseguraba que a pesar de que muchas veces ese forma de dar amor no le era retribuida, sino todo lo contrario, recibía rechazo y malos tratos del otro lado, no le importaba porque él se sentía pleno amando sin medidas.

Tengo necesidad de amar, aunque se porten mal conmigo, aunque me den un ladrillazo, procuro devolver bien por mal. Y no me arrepiento, la vida ha sido muy generosa conmigo.