El amor verdadero que le tendió una mano a Lola Herrera en sus días más difíciles

Por mucho que pasen los años y las cosas puedan cambiar, por lo visto hay algo que no se desgastará jamás en Lola Herrera, su belleza, energía que irradia en cada puesta en escena y la buena presencia que no se acaba por mucho que le pasen los años. La artista ya tiene 86 años pero no se le han acabado las ganas de trabajar por nada en el mundo.

En este momento Lola Herrera se encuentra ocupada y aún se sube al escenario con "Cinco horas con Mario", a quien más le debe todo es a su público, el mismo del que se ha visto obligada a alejarse hace un año por todos los contratiempos que trajo la pandemia a todo el mundo, pero por sobre todo a los artistas que no pudieron encontrar muchas formas de conexión con su gente.

Entre todas las cosas que cambiaron en la vida de la actriz española, una de ellas es haberse encontrado con la cocina, algo que siempre había estado presente pero ahora al estar encerrada pudo hacerlo con más tiempo, de hecho participó de la inauguración del restaurante efímero Cincuenta de Thermomix. "Tuve la suerte de que en casa siempre se ha cocinado muy bien. Como mis padres se vinieron a vivir a Madrid cuando mis hijos eran muy pequeños y yo trabajaba mucho, mi madre se encargaba de lo más gordo. Pero a mí siempre me ha gustado mucho la cocina y, cuando aparecieron los robots, enseguida compré uno", explicó.

Para llegar con tanta vitalidad a sus 86 años por supuesto que Lola Herrera ha seguido ciertos hábitos saludables, la comida es uno de ellos. Si bien disfruta de probar de todo, se cuida cuando es necesario y también sigue otras tantas rutinas que hacen que los años no le pesen jamás: "Paseo, cuando tengo que ir a algún sitio doy alguna vuelta de más para andar más, pero no soy de hacer mucho ejercicio porque no soy de la época del deporte. Pero me siento muy activa, ¡imagínate, hago una función de teatro todos los días! Mi mente está muy en forma, toda mi vida he tenido que memorizar muchos papeles y sigo con ello. Ahora tengo 86 años y levanto el telón a diario con una función que es un monólogo".

Lola Herrera confesó que ha interpretado "Cinco horas con Mario" cinco veces en más de cuarenta años y siempre le da una enorme satisfacción; por otro lado, volver después del parate por la pandemia es de las cosas que más le entusiasman, posiblemente en tantos años debiéndose sobre todo a su público, Lola Herrera sabe que más allá de cualquier amor que pueda tener su principal fuente de cariño llega cuando escucha los aplausos del público. "El aplauso es una forma de aceptar y premiar el trabajo y me sabe muy bien. Pero lo importante es lo que pasa a lo largo de la representación, la comunicación que hay con el público. Para mí eso es lo vital, porque es el recorrido que hacemos tanto ellos como los que estamos arriba, es donde se funden las energías de ambos y donde nos mandamos todos los mensajes. Y, después de una pandemia, eso llega con más intensidad".

 Ya estoy jubilada, pero sigo trabajando. Continuaré haciéndolo mientras esté bien y mi cabeza siga estando lúcida.