Langostinos al ajillo listos en tres sencillos pasos y con pocos ingredientes

Los langostinos al ajillo pueden ser, sin duda, el as bajo la manga de cualquier persona a la hora de querer sorprender y agasajar a sus invitados, pues su rápida preparación lo convierte en el platillo preferido. Además, se vienen las fiestas de fin de año por lo que es una buena ocasión para empezar a practicar esta receta donde te enseñaremos la manera más fácil de elaborar las tradicionales tapas.

Los ingredientes que se necesitan son relativamente pocos, puesto que la mayoría son productos que siempre se encuentran en una casa española, estos son: un kilo de langostinos o camarones, cinco dientes de ajo, perejil fresco, doscientos milímetros de aceite de oliva, una cayena, sal y pimienta a gusto. Cabe destacar que si se tiene los langostinos en el congelador se recomienda sacarlos el día previo a la preparación.

Para comenzar esta sencilla receta, lo primero será, en el caso de no estar los langostinos pelados, tomarse el tiempo necesario para limpiar las piezas detenidamente. Una vez listos, procedemos a colocar en una cazuela el aceite de oliva y la cayena, o bien, dos guindillas sin semillas, para luego cortar los dientes de ajo en rodajas finas, y llevar todo a fuego moderado hasta lograr un dorado parejo.

Cuando esta preparación está lista retirar y conservar para ser utilizados posteriormente. Ahora, vertemos los langostinos en el aceite utilizado para el ajo, y ponemos el fuego al máximo para lograr que una vez que las piezas comiencen a largar su jugo junto con el aceite se obtenga una emulsión perfecta, agregar sal y también pimienta si se desea.

Por último, cuando ya se logró un cambio de color en la preparación se vuelven a incorporar los ajos y las guindillas a la cazuela, para conseguir de esta manera revolver los langostinos al ajillo. Esperar unos minutos para que los sabores queden bien impregnados. ¡Y listo! servir y disfrutar de un delicioso platillo estilo gourmet.