NO LO SOLTÓ JAMÁS

El viejo amor de Rocío Jurado que se interpuso en sus matrimonios con Pedro Carrasco y Ortega Cano

La más grande sabia muy bien lo que quería en la vida.
lunes, 29 de noviembre de 2021 · 02:45

Entre muchas cosas que se le reconocen a Rocío Jurado, empezando por su voz maravillosa y por ser una gran presencia de la historia cultural de este país, muchos la han retratado como una de las primeras figuras feministas de la época. En realidad no se entendía el término como lo hacemos ahora, pero es un hecho que era una mujer fuerte, confiada y que jamás se dejaría boicotear por un hombre ni por nadie.

De hecho, cuando tuvo que tomar la decisión de separarse de Pedro Carrasco lo hizo sin dudarlo, y sin opción de vuelta. Actualmente,  se especula bastante de cómo ha sido la relación de Rocío Jurado con José Ortega Cano, sobre todo porque su propia hija Rocío Carrasco ha puesto en duda muchas cosas gracias a su documental. Pero si de algo estamos seguros es de que la propia chipionera confesaba que ella sí escribía muchas reflexiones aunque prefería guardarlas: "Son reflexiones, letras flamencas, poemas, algún soneto muy cogidito con pinzas. Son escritos cortos con los que puedes decir mucho, y la verdad es que me salen cosas muy bonitas".

Pero a esto lo guardaba bajo siete llaves si podía, afirmaba que le había hecho leer a muy poca gente sus escritos. Hoy, Rocío Carrasco estaría a punto de traicionar de alguna manera a su madre al revelar todo esto. En cuanto a su matrimonio con José Ortega Cano, en el año 2003 Rocío Jurado afirmaba que todo marchaba a la perfección. De hecho, estaban criando a dos hijos juntos que acababan de adoptar, Gloria Camila y José Fernando, y la propia cantante había aclarado que era una situación completamente deseada: "Cuando se está enamorada y deseas hacer feliz a quien tienes al lado, quieres lo que quiera él. José no había tenido hijos y los anhelaba. Ojalá los hubiese podido alumbrar yo".

La más grande ya se sentía un poco agobiada para ese momento de la prensa rosa y que siempre estuvieran poniéndola en titulares que habría preferido evitar, algo que hoy en día a pesar de que ya han pasado 15 años desde su fallecimiento sigue ocurriendo. Pero, en cuanto a los hombres podríamos decir que Rocío Jurado los prefería como a la vieja escuela a pesar de su carácter fuerte, había escogido primero a un boxeador como Pedro Carrasco y luego, a un torero.

A José lo conocí en el médico. Me miró, lo miré y me enamoré. No lo había visto torear, pero me enamoré. Nunca he buscado a un hombre para nada, y menos porque fuera un superhéroe.

Rocío Jurado sabía que lo más importante para ella con respecto al hombre que estuviera a su lado es que le permitiera la libertad de seguir haciendo lo que más amaba en el mundo: cantar. Para la más grande no habría sido nunca un punto de discusión su propia carrera, y por suerte para ella José Ortega Cano siempre lo respetó: "Es bastante listo en eso y no creo que me lo pida; sabe que lo mismo que para él el mundo del toro es tan importante, para mí lo es el de la música".