Alerta
El preocupante estado de salud de Rafael Amargo tras sufrir un inesperado revés judicial
El bailarín se encuentra de nuevo entre la espada y la pared.
Rafael Amargo hace unas semanas ha sido noticia tras el estreno de “Yerma”, una nueva adaptación de la obra de Federico García Lorca, ya que contaba con el debut artístico de Carla Vigo y Álex Reyes. No obstante, en estos últimos días su nombre ha sido involucrado a informaciones judiciales que pondrían en jaque su prestigiosa carrera artística.
El coreógrafo durante el mes de diciembre del 2020 ha sido detenido junto a su pareja, Luciana Bongianino, tras ser acusado por distribución de ventas ilegales en su domicilio. Si bien, se creía que había sido un hecho aislado que quedaría en el olvido, ahora, Rafael Amargo ha sufrido un nuevo revés judicial que lo pone entre la espada y la pared.
Según ha trascendido en los medios de comunicación la Fiscalía de Madrid ha solicitado que tanto Rafael Amargo como su productor, Eduardo de Santos, reciban una pena máxima de nueve años de prisión, debido a que han atentado contra la salud, tal y como lo expresan los escritos presentados por el Ministerio Público.
Delitos que atentan contra el estado sanitario general de un país, el control de las enfermedades comunes, las normas higiénicas o la difusión de males peligrosos para la salud de la comunidad.
Ahora, el bailarín a través de su abogado, José Antonio Choclán, ha tomado conocimiento de la gravedad del asunto , motivo por el cual ha sufrido un ataque de ansiedad, este hecho ha sido desvelado por la argentina, Luciana Bongianino, quien a pesar de haber quedado privada de su libertad el año pasado, esta vez no ha sido involucrada en la petición presentada en la Fiscalía.
“Le ha dado un ataque de ansiedad con todo lo que estamos viviendo. Muchos nervios, mucho estrés y muchas situaciones que son difíciles de transitar y más siendo una persona pública que todo le cae”, ha confesado la pareja de Rafael Amargo ante los reporteros de Europa Press, además, ha asegurado que el estado anímico del coreógrafo se debe a que “ha sido un año complicado de mucha lucha”.
