No lo resistió

La única persona a la que la Reina Sofía jamás habría podido mirar a los ojos

La Emérita tiene una particular personalidad.
miércoles, 29 de diciembre de 2021 · 05:30

Si alguien de la Monarquía española supo mantener la frente en alto a pesar de las circunstancias esa persona fue, sin duda alguna, la Reina Sofía. Con una mirada penetrante y una sonrisa sumisa cargó sobre sus hombros el peso de ser la Consorte del Rey Juan Carlos y, por supuesto, todo lo que esto significó desde que unieron sus vidas aquel 14 de mayo de 1962.

Ya se conocen los nombres de algunas de las las mujeres que ocuparon el corazón del Emérito durante décadas. Entre ellas: Corinna Larsen, Bárbara Rey, Marta Gayá, Olghina Di Robilant, María Gabriela de Saboya y, según una de las fuentes obtenidas por Pilar Eyre -periodista especializada en Realeza- quedarían muchas más por ser descubiertas.

Sin embargo, y a pesar de que se podría hablar de una extensa lista, existe una persona a la cual la madre del Rey Felipe jamás pudo ni siquiera soportar a kilómetros de distancia: la polémica actriz, Bárbara Rey, hasta parece una ironía el nombre artístico de la presentadora, quien, actualmente estaría manteniendo una relación especial con el actor y humorista chileno Bigote Arrocet.

Según lo desvelado por la escritora en su blog de revista Lecturas, la Reina Sofía no soportaba a la artista porque tenía la absoluta certeza  de que el vínculo que se había generado entre su esposo y la televisiva era algo real y nunca antes mejor dicho. Tan es así que Eyre confesó que era la mismísima Bárbara quien llenaba de costosos obsequios al abuelo de la Princesa Leonor, por el contrario, él jamás tuvo una atención que probará su amor.

Ella estaba enamorada y quería ser la única. Pero, claro, no lo era. No es que hubiera otra, es que había muchas.

Juan Carlos y su querida se encontraban en la mansión propiedad de la artista en Boadilla del Monte, como así también en los viajes que realizaba sin su esposa. "Juanito" como solían llamarlo se sinceró en una oportunidad sobre los sentimientos que tenía hacia la madre de sus hijos: "No puedo soltarla", exclamó a la madre de Sofía Cristo, pero estas revelaciones no fueron lo que generó un gran dolor en la Reina Sofía, aquello que dañó su corazón fue que su esposo no tenía ni siquiera la delicadeza de ocultarse, pues en reiteradas ocasiones Don Juan Carlos y Bárbara paseaban por las calles de Barcelona como si nada les importara.