FRACASO MAYOR

María Teresa Campos, sin consuelo, pierde la última ilusión que le quedaba

La presentadora pasa un momento de constantes baches, uno tras otro.
lunes, 6 de diciembre de 2021 · 06:55

María Teresa Campos tiene 80 años y ha construido su carrera a base de esfuerzo, perseverancia y una sólida experiencia que, con los años, ha ido mejorando. Hoy es una respetada profesional del ambiente que no encuentra un proyecto a futuro.

Fue presentadora de “Que tiempo tan feliz” y desde ahí no ha vuelto a trabajar en televisión, al menos periódicamente. Sus hijas han ido colmando poco a poco con sus presencias, dándole cierta sombra a María Teresa Campos por momentos.

Los contenidos de entretenimiento han mutado los últimos años, sobre todo con la masividad que alcanzó internet y las múltiples plataformas que existen a disposición de un simple móvil. La presentadora no se ha querido quedar atrás e intentó poner en funcionamiento una propuesta de estas características.

Fue así que creó junto a su hija Terelu el canal de YouTube “Enredados con María Teresa Campos” donde llegó a tener alrededor de 30 mil suscriptores. De todos modos, la propuesta no continuó expandiéndose, siendo que el último video fue publicado hace 9 meses.

Parece que no le ha sentado nada bien tener que aprender un nuevo lenguaje de difusión. YouTube tiene reglas completamente diferentes a la televisión, tal como suele estar acostumbrada. Si no hay constancia y trabajo, así seas el número uno, el canal no prosperará.

Esta es una lección que le ha tocado aprender a la Campos. La ilusión que tenía de volver a pararse frente a las cámaras requiere de mucha más autogestión que grandes equipos de producción. A sus 80 años solo quiere estar cerca de sus hijas y lograr la paz que tanto necesita.

“Ella coge el móvil y lee las noticias, no es ajena a nada”, dice Kiko Hernández respecto a la pelea que tienen sus hijas, Carmen y Terelu.  A este enfrentamiento familiar se le suma la nueva adaptación de su casa dúplex. Todo un torbellino que no deja sonreír plenamente a quien supo conducir tiempos felices.