Fácil y económico
La receta de patatas a lo pobre que más honor le hace a su particular nombre
El plato tradicional de la gastronomía andaluza tiene su especial secreto.
Si existe una verdura que es la más elegida y versátil esa es sin duda la patata. No solo es económica y sirve como plato principal, como relleno o como guarnición para acompañar cualquier proteína, sino que también es la más deliciosa y fácil de cocinar en cualquiera de sus formas: en tortilla, puré, fritas, al horno, o un delicioso platillo de patatas a lo pobre que suele enamorar a cualquier comensal.
No hay que dejarse engañar por su nombre, eso sí, conviene destacar que la particular determinación de patatas a lo pobre proviene del periodo postguerra donde este tubérculo era, -entre otros alimentos-, de los pocos disponibles para ser consumido, de hecho, fue en la época donde las patatas se transformaron en un platillo principal.
Ingredientes para cuatro comensales: cuatro patatas, tres dientes de ajo, una cebolla, un pimiento verde, ½ pimiento rojo, aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Si se prefiere dar otro estilo al platillo se recomienda utilizar diferentes especias que darán un sabor único e inigualable.
Preparación del plato: el primer paso consiste en lavar todas las verduras y prepararlas para su posterior utilización. Primero tomar las patatas y pelarlas, cortar en rodajas de, aproximadamente de tres milímetros de grosor. A continuación, cortar la cebolla en juliana y los pimientos en pequeños trozos.
Colocar una sartén con abundante aceite a fuego lento e incorporar todos los ingredientes; las verduras cortadas y los tres dientes de ajo, cocinar por 15 minutos. Nuestras patatas a lo pobre casi están listas. Una vez que se logren apreciar burbujas en la sartén o cacerola salpimentar y agregar las especias si así se dispone. Subir el fuego y dejar cocinar de cinco a diez minutos más.
Finalmente, cuando ya estén cocidas y bien confitadas se debe retirar el aceite para dejar cocinar unos segundos más, de manera tal que se consiga el dorado y el punto ideal de las patatas a lo pobre. Escurrir y servir. Por último, no olvidar decorar el plato con perejil picado que siempre queda a la perfección y da el toque fresco que cualquier alimento necesita.
