Fuga pirata

La intensa historia de amor de Espartaco y Patricia Rato que no tuvo final feliz

Los Romeo y Julieta de España tuvieron un desenlace menos trágico pero definitivo.
lunes, 10 de mayo de 2021 · 12:30

Prohibido nuestro amor ¿y qué?”, dice la canción compuesta por Paz Martínez y es la mejor para explicar esta historia de dos jóvenes enamorados que, contra todo viendo y marea, decidieron sellar su amor para siempre: Patricia Rato y Juan Antonio Ruiz, alias 'Espartaco'.

Una historia digna de telenovelas en donde la jovencita de muy alta sociedad se enamora de un muchacho atractivo y muy comprador de clase media baja. Contra los planes de su adinerada familia, Patricia Rato se jugó por amor y se casó en secreto con el torero en una iglesia a la madrugada.

Entre el 7 y el 8 de junio de 1991, la iglesia de Nuestra Señora del Loreto en Espartinas, Sevilla, recibía a Patricia y a Espartaco dispuestos a casarse antes de que sus padres se enterasen. El joven no tenía estudios y provenía de un linaje poco recomendado en la época. Aunque domaba los toros como nadie, no lograba domar las exigentes aprobaciones de sus suegritos. 

Patricia Rato Salazar-Simpson era la hija de un importante empresario, Ramón Rato, un hombre de negocios que había alimentado el gran imperio creado desde su tatarabuelo. Vinculados a las familias más importantes y enriquecidas de Europa, que la niña se case con un torero no era para nada “cool”.

Pero Espartaco había cautivado a la jovencita, y tal como dice la canción de Paz Martínez, “porque te amo y sé bien que no será en vano, porque te amo mi vida pongo en tus manos”, viajaron juntos en secreto para dar el “Si acepto” por la madrugada frente al párroco de la zona.

Patricia ya esperaba a su primer hija Alejandra, razón por la cual también se apresuró en oficializar la boda y omitir ese detalle a sus padres. El matrimonio se disolvió en 2010 a causa de infidelidades por parte de ambos, pero ¿Cómo olvidar esta historia de amor digna de telenovela? Imagináis el escándalo que fue para la época. Claro que la prensa del corazón estaba en su mejor momento cuando este detalle salió a la luz.