María Jiménez recibió un inmenso reconocimiento por su trayectoria y dedicación

La noche del domingo 30 de mayo ha sido la gran noche de María Jiménez, la impecable artista quien con su trayectoria ha logrado consagrarse como una de las más grandes. Sevilla decidió otorgarle una medalla el honor a su impecable legado y las lágrimas estuvieron presentes en todo momento.

La ceremonia tuvo lugar en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. Allí acudió María Jiménez en su ya clásica silla de ruedas. Este instrumento la acompaña desde su último ingreso al hospital. Sin embargo, no ha sido para nada un impedimento para que fuese en búsqueda de su merecido premio.

Sevilla ha sido la tierra que la ha visto crecer como intérprete y artista. Las emociones no paraban de brotar por los ojos de María y tenían su justificación. En un momento tan especial como el que estamos viendo, este reconocimiento le ha sentado como una verdadera caricia al alma.

Estoy muy emocionada. He llorado y nunca lloro. Por algo será.

Respondía María Jiménez cuando salía de la sala y se topaba con una marea de periodistas que querían saber de su reacción ante semejante sorpresa. Con la voz aún tomada por la situación, María logró responder a la prensa y continuar su rumbo.

Sin embargo, la artista ya adelantó que se encuentra trabajando en unos proyectos, pero “no puede decir” nada, ya que sería de muy mala suerte. Imaginamos que con este inmenso estímulo, María Jiménez está con más ganas que nunca de emprender un nuevo desafío en materia artística. Esperamos que así sea y pronto.