La razón por la que Carlota Corredera tendría los días contados como presentadora en "Sálvame"

"Sálvame" es, sin duda alguna, el gran programa de la prensa rosa nacional. Además de cargar con información y opiniones del mundo de la farándula local, muchas veces el contenido del mismo depende de las personalidades que dan vida al gran ciclo tertuliano, como por ejemplo Carlota Corredera.

Carlota lleva años siendo la presentadora sustituta del afamado  programa de cotilleo y siempre se mantuvo bastante tranquila respecto a otros colaboradores. Sin embargo, la periodista ha dado un vuelco total en su carrera gracias al documental biográfico de Rocío Carrasco.

Desde entonces, la comunicadora de Vigo se ha comprometido por completo en la causa de Rocíito, defendiéndola a capa y espada y atacando sin piedad a Antonio David Flores. Por este motivo, su imagen pública ha comenzado a sufrir una baja de consideración y las redes sociales se hacen eco de sus polémicos accionares.

Así como hay defensores férreos de la heredera de La más grande, el hate que recibe en plataformas como Twitter es de consideración. Al caerle a Rocío Carrasco, también lo hacen con Carlota Corredera, y hay quienes se han osado a exigir a la productora La fábrica de la tele como también a Mediaset que prescinda de sus servicios.

En este sentido, la llegada de Carrasco a "Sálvame" aumenta la polémica y para Carlota podría ser un gran problema. Los espectadores manifiestan con constancia el hartazgo que viven ante la situación y piden cambios, pero la postura que tanto le machacan a la televisiva, podría aumentar gracias a la incorporación de su amiga en el ciclo de Telecinco, el cual viene arrastrando una severa crisis.

Conflictos de grave consideración, como el de Rafa Mora y Anabel Pantoja, han llevado a tomar drásticas medidas en cuanto a las apariciones en el show televisivo y a los sueldos que cobran estas figuras mediáticas. Si a eso le sumamos todo lo que viene rodeando a Carlota Corredera, podríamos asegurar que la producción se encontraría tomándose las cabezas ante la seguidilla de inconvenientes.