NUNCA LO SUPERÓ

El día que Lola Flores aceptó dinero por la razón más triste

La cantante no tuvo un comienzo soñado en el mundo artístico.
lunes, 12 de julio de 2021 · 09:41

Lola Flores es una de las figuras más influyentes de toda España, repasar su vida se considera un verdadero desafío puesto que tiene demasiadas anécdotas arriba del escenario y a significado una artista folclórica que se ganó el corazón de millones de personas.

Si bien Lola Flores se despidió de este mundo en 1995, su público aún la recuerda y la tienen muy presente, además, sus hijos Lolita, Antonio y Rosario siguen ligados al mundo de la música por lo que le hacen honor verdadero al nombre de su madre.

De todas formas, hay muchas cosas que La Faraona habría querido olvidar de sus inicios, como le sucede a muchos artistas que en varias oportunidades ha hecho el ridículo. Para poder narrar tal vez el momento que Lola Flores hubiese querido olvidar para siempre tenemos que ir muy atrás en el tiempo, al 21 de enero de 1923 cuando ella nacía.

Fue en la taberna de su padre donde Lola Flores comenzó a bailar e interesarse por el mundo de la música, recién en 1939 sería presentada al público como Lolita Flores y un año después la familia entera le brinda su apoyo armando valijas y partiendo hacia Madrid, lugar donde ella grabaría su primer disco "Lerele". Su padre hizo un terrible sacrificio para poder llevarla hasta la capital española, tanto que hasta vendió su bar.

Lola Flores se sentía muy angustiada en los comienzos de su carrera por todos los sacrificios que había tenido que hacer su familia por ella, por eso quería devolverles el dinero como sea necesario. En un momento en Madrid recibió la propuesta de un hombre que quería pagarle por estar con ella. La misma Faraona había confesado en sus memorias que salió varias veces con él y ella se resistía, hasta que un día le preguntó si estaba necesitando dinero.

En ese momento Lola Flores no lo pensó demasiado y le dijo que sí, que necesitaba 50 mil pesetas, él le trajo el dinero y un día después se encontraron en un hotel donde ella saldaría la deuda. Al día siguiente les llevó a sus padres lo que habían gastado por el bar de Jerez para que ella fuese artista, pero les hizo prometer que jamás le preguntarían de dónde lo había sacado.

Me citó en Hotel Nacional y allí acudí a pagar con mi cuerpo la deuda contraída. Cuando llegué a mi casa y les llevé a mis padres las 50.000 pesetas, pensé que les devolvía el dinero por el cual ellos traspasaron el bar de Jerez para que yo fuera artista y les dije: 'Nunca me pregunten de dónde he sacado esto'.

Tiempo después se reveló que el hombre en cuestión había sido Adolfo Arenaza, que fue productor en una de las obras que marcaron la carrera de Lola Flores, "Zambra". Para la artista este fue el momento más humillante de su vida pero además el que le causó satisfacción por haberle devuelto a su familia algo que la volvió tan importante.