El misterio sobre el nacimiento de las gemelas de Julio Iglesias del que nadie se animó a hablar

A lo largo de su vida, Julio Iglesias tuvo varios romances, algunos cortos, otros duraderos y algunos inolvidables. Pero de las relaciones que más conocimiento tenemos todos, son las de aquellas mujeres con las que tuvo hijos, Isabel Preysler y Miranda Rijnsburger. 

Con la primera, el cantante tuvo a Chábeli Iglesias, a Julio José y a Enrique. Mientras que con Miranda, el intérprete de "Me olvidé de vivir" tuvo a Miguel Alejandro, a Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo. Todos, de alguna manera u otra son conocidos en el panorama nacional, algunos porque siguieron los pasos de su padre y otros porque se dedicaron a continuar el legado de sus madres, quienes también son rostros conocidos en el mundo de la fama.

Lo cierto es que desde que las hijas mellizas de Julio Iglesias, Cristina y Victoria cumplieron su mayoría de edad en 2019, además de ser reconocidas en los medios por ser herederas del artista y de la exmodelo holandesa, las dos supieron ganarse un espacio en las redes sociales gracias a sus llamativos posteos.

Pero, más allá de que las hijas del cantante español comparten contenido en la web que nos permite conocer cómo son detrás de las cámaras y los reflectores, desconocemos algunos datos interesantes acerca de sus vidas, como detalles acerca de las particulares experiencias que vivió su madre antes de que ellas llegaran a este mundo.

A pesar de que Julio Iglesias y Miranda sabían desde mucho antes  que Victoria y Cristina nacieran que iban a ser mellizas ya que su médico se los había confirmado, según la holandesa, cuando ya iba avanzada en su proceso de gestación, una mujer se le acercó en la calle para decirle que tendría dos niñas.

Respecto a los nombres que eligió la exmodelo para sus hijas, en una entrevista que concedió a la prensa años atrás, reveló que Cristina y Victoria no fueron elegidos al azar, sino que ella decidió llamarlas de esa manera luego de que una de sus mejores amigas le confesara que había soñado que sus hijas se llamarían así.

Otro curioso detalle sobre la vida de las mellizas, es que solo asistieron a la escuela desde los 10 hasta los 14 años aproximadamente. Cuando dejaron de acudir al colegio, sus padres decidieron que lo mejor sería que ellas recibieran una educación libre, por lo que se encargaron de contratar a tutores que fueran hasta su casa y les enseñaran contenido que creían de verdad necesario.