SIEMPRE EN EL CORAZÓN DE SUS FANS
El misterioso legado que dejó Ray Heredia a 30 años de su fallecimiento
Un hombre que supo despertar pasiones por un género conmovido por la resistencia.
La mañana del 17 de julio de 1991 empezaba como una más del montón. Poco tiempo pasado el mediodía empezó a circular la noticia. Ray Heredia, el autor de innumerables obras de arte musical, fallecía por consecuencia de una sobredosis a los 27 años.
Respetando la mística urbana del famoso “Club de los 27”, podríamos decir que el joven músico ingresó a esa brillante y problemática camada, donde las sustancias ilegales y el talento artístico convivían perfectamente, pero hasta cierto tiempo.
El “reloj de las 12” le llego a Ray Heredia, inmortalizando para siempre su legado entre todos los que lo recuerdan. Inició como guitarrista en el grupo “Camela” pero luego siguió sus propios pasos, firme al instinto que sentía de libertad y expresión.
Un mes antes de ese 17 de julio, Ray Heredia había publicado su primer álbum “Quien no corre, vuela”, puente que tendió los lazos con un nuevo flamenco, según los estudiosos de la música.
Su espíritu fundador y su alma artística lo caracterizaron desde siempre. Fue el fundador del grupo que, años más tarde, se consagraría como un gran patrimonio de la cultura flamenca. Sin embargo, las ambiciones de Ray Heredia lo llevaron a formar su camino en solitario.
Poco se sabe de él más allá de sus canciones. Incluso ni siquiera Google tiene la suficiente información de su persona, por lo que solo podemos conocer de sobre este artista través de sus canciones.
Himnos musicales como por ejemplo “Alegría de vivir” y “te miro y tiemblo” son retratos de sus más fieles pensamientos. Su nombre trascendió una vez que su alma abandonó su cuerpo. Pero su esencia permanece viva hasta el presente.
