LO VIO VENIR
La increíble premonición de Raphael en sus inolvidables noches en Zaragoza
El artista de Linares siempre tuvo la idea fija.
Si hay alguien que se está marcando un año para recordar, ese es Raphael. El inoxidable cantante se encuentra recorriendo todo el territorio con su exitoso espectáculo "Raphael 6.0", con el que hace un exhaustivo repaso de su impecable desempeño musical.
Restan pocas fechas para que el cantante llegue al broche final de su gira, la cual será el próximo 16 y 17 de diciembre en el WiZink Center de Madrid y uno de los lugares pendientes es Zaragoza, lugar que tiene un gran significado para El Niño de Linares.
No es un cantor más de la "nueva ola".
Raphael tiene una profunda conexión con la capital aragonesa porque fue de los primeros lugares donde se probó como artista. Una de sus primeras visitas se dio en 1964, cuando era super joven. "Raphael no es de los que sólo saben gritar ante el micrófono y contorsionarse hasta el paroxismo. Este es un muchacho con una personalidad y temperamento extraordinario, con una voz voluminosa, cálida y dúctil", expresaba por aquel entonces una crónica del Heraldo sobre quien, años después, se convertiría en el padre de Manuel Martos.
Un año después, luego de presumir al mundo su talento, Raphael lanzó una advertencia cuando un cronista le consultó si planeaba seguir siendo el cantante que aspiraba a ser uno de los grandes y él con apenas un puñado de años de carrera y marcándose sus primeros grandes éxitos, realizó algo muy parecido a una premonición.
Yo no me iré de esta vida nunca. Seré siempre joven, como Chevalier. ¿Qué haría si no? Me gusta la vida de la escena, y a decir verdad, prefiero el teatro a la pista de las salas de fiesta.
