No tuvo más opción

El día que Joaquín Sabina tuvo que cambiarse el nombre para huir de una terrible realidad

El intérprete y poeta español siempre ha sido un apasionado de sus más firmes creencias.
martes, 27 de julio de 2021 · 17:35

Las mejores vivencias del cantante español Joaquín Sabina están agrupadas definitivamente en la época de los 60 y 70, años en los que el cantante gozaba de un espíritu más libre, y también en los que tuvo que enfrentarse a difíciles pruebas.

El cantautor nacido en Úbeda era un joven revolucionario e inconformista para la época en la que vivía, debido a que España llevaba por aquel entonces 31 años bajo una férrea dictadura. Aparte de escribir poesía, era un tenaz oponente a las injusticias que pasaban frente a su ojos. 

En 1968, el poeta y pintor se trasladó a Granada para inscribirse en la Facultad de Filosofía y Letras e iniciar sus estudios universitarios escogiendo la carrera de Filología Romántica. Allí Sabina descubrió la poesía de César Vallejo y Pablo Neruda.

Pero en ese contexto universitario era inevitable que se colara lo político. La ideología izquierdista del intérprete español le llevó a relacionarse con movimientos contrarios al régimen franquista. Por ello, decidió protestar por el proceso de Burgos y se vio obligado a tener que exiliarse después de aquella delicada situación.

 Y es que junto a Lesley, Joaquín Sabina tuvo que escapar a Londres, luego de haber lanzado un cóctel molotov contra una sucursal del Banco de Bilbao, ubicada en la misma ciudad donde cursaba su carrera universitaria, en 1970. Aquí todo se habría complicado para el cantante y sus días no volverían a ser iguales. 

Quería sentirme héroe por un día. Se ligaba lanzando cócteles molotov como el que tiré al Banco Bilbao. Era muy gilipollas y quería meterme en todos los tinglados

Para el momento, Sabina no tenía pasaporte y se topó con un hombre llamado Mariano Zugasti, quien de alguna manera le salvó la vida al aceptar cederle su identidad tras largas horas de conversación. Fue así como bajo el nombre de "Mariano", Sabina emprendió vuelo a París y se quedó varios meses allí con su chica. Todo esto, antes de dirigirse posteriormente a Londres donde vivió como "squatter" en su primer año de estancia en la ciudad.