UN DÍA HISTÓRICO

Los momentos más desoladores que marcaron el icónico funeral de Rocío Jurado

La más grande tuvo una despedida a la altura de su estrella.
miércoles, 28 de julio de 2021 · 13:30

Para los fanáticos de Rocío Jurado, el 1 de junio de 2006 no es una fecha más en sus calendarios. Luego de luchar contra un fatídico cáncer de páncreas, ese día el cuerpo de la cantante dijo basta y falleció. Un día después se llevó a cabo el multitudinario funeral de la magnífica que dejó su huella perpetua en la música española.

Los restos de la artista fueron trasladados hasta su amada Chipiona, la cuna de su crecimiento y donde se aferraba al amor incondicional por la Virgen de Regla. Antes de iniciarse el funeral de Rocío, Los Marismeños marcaron uno de los momentos más conmovedores del evento, cuando entonaron una salve rociera.

Nadie ha podido olvidar el llanto de José Ortega Cano y Amador Mohedano mientras cargaban el cajón en el que yacían los restos de La Jurado y una multitud repleta de personas de todos los estratos sociales, de todo ámbito e ideología, parecían dejar de lado sus diferencias para abrazarse y dar su último adiós.

Desde los políticos más reconocidos a representantes de la iglesia, desde figuras de la alta sociedad hasta pueblerinos, desde estrellas de la talla de Julio Iglesias, hasta el más tímido de los habitantes de Chipiona, nadie quiso quedarse sin dejarle una ofrenda a Rocío Jurado.

Pero quien se robó todas las miradas fue Rocío Carrasco. Acompañada de Fidel Albiac, Rocíito se mostraba completamente devastada y España entera parecía querer abrazar a la heredera, quien no podía más con la angustia de saber que la más grande ya no estaría entre nosotros. El llanto y la pena la invadían, no podía hacer más que demostrarlo. Notablemente apabullada por el dolor de que la intérprete haya dejado este mundo, recibió el mayor cariño de sus parientes y presentes que pudieron acercarse.

Sin duda alguna, el último adiós a Rocío Jurado marcó un antes y un después. Se estima que más de diez mil personas se acercaron a su funeral, demostrando la notoriedad y la necesidad del pueblo de despedir con aplausos, lluvia de rosas y profunda emoción a una mujer que llenó de talento al país y logró que el mundo se enamorara de ella.