Las palabras de la madre de Rocío Jurado que marcaron su carrera para siempre

Así como Rocío Jurado sabía deleitar a las multitudes con su prodigiosa voz y su expresión arriba de los escenarios, también tenía algo impresionante que hacía que se destaque debajo de la tarima y lejos de los micrófonos, su personalidad. Siempre se caracterizó por ser una mujer fuerte con un carácter avasallante. 

La cantante tenía muy en claro cuáles eran sus objetivos y era capaz de hacer lo que fuera para llegar a ellos. Esto, muchas veces, hacía que cualquiera pensara que no había nada imposible de alcanzar para la artista. Sin embargo, había alguien que, aparentemente, tenía el poder de frenar esta actitud. 

Si hubo una persona a la que Rocío Jurado respetaba y admiraba desde pequeña, esa era su madre. Cada vez que su progenitora se acercaba a ella para darle algún consejo los tomaba como palabra santa, sobre todo cuando comenzó a tener éxito en el mundo de la música.

Es de público conocimiento, que fue su madre quien acompañó a la oriunda de Chipiona en sus primeros años de carrera y fue en esa época donde se aseguró de que su hija aprendiera importantes lecciones que le servirían para toda la vida. “Mi madre me decía que no me lo creyera nunca. Cuando veía que la gente me aplaudía mucho, me decía: 'Rocío, está muy bien, disfrútalo, pero no te lo creas hija, que las madres siguen pariendo y echando fenómenos al mundo, que aquí no se para esto'”, confesó la folclórica cuando le consultaron cómo hacía para que la fama no la perjudique.

Un consejo que Rocío Jurado, tal como lo quería su progenitora, lo tomó para siempre. De hecho, hay quienes aseguran que estas palabras que su madre le había dicho, de alguna manera u otra, lograron que Rocío nunca llegara a sentir que era tan buena cantando como pensaban sus admiradores cada vez que la veían en un escenario.

Aunque muchos fanáticos de la chipionera no vean con buenos ojos el mensaje que le dio Rosario a su hija, la realidad es que como toda madre, ella solo buscaba que su hija mantuviera los pies firmes sobre la tierra y no se dejara llevar por las luces y brillos de la fama.