SOLUCIÓN EFECTIVA
La pareja soñada de Lolita Flores no debería hacer jamás esto si la quiere conquistar de verdad
Y lo compartió con todos sus compañeros que estallaron de risas al oírlo.
Maravillosa noche han pasado los jurados de “Tu cara me suena” en el programa ‘Family Feud’ donde las risas fueron las principales protagonistas de la noche. El encanto y personalidad de los participantes detonó en una química muy divertida y placentera, pero quien se llevó las flores de la noche fue, valga la redundancia, Lolita Flores.
En un momento, Nuria Roca preguntó qué harían los jurados allí presentes si sus parejas roncaran. Automáticamente, Lolita Flores respondió “Yo no tengo pareja”. Gitana se nace, no se hace.
Entre risas y miradas cómplices, los jurados han ventilado sus secretos ante una situación similar. Chenoa aseguró que ella se pondría a rapear al ritmo del sonido ¡Esa sí que es improvisación con estilo!
Manuel Fuentes tiene una técnica infalible. Cuando está durmiendo al lado de su esposa y siente que está roncando, según él, agita las sabanas suavemente en forma de “ola” para que se “airee” la cama. Entre nosotros, sabemos muy bien para que es ese gesto de echar viento al interior de las sábanas para que se esparzan ciertos aromas.
Como veréis, las risas no faltaron y Lolita Flores se llevó el premio de la noche. Primero y principal recordemos que la cantante es hija de la gran indiscutible “Faraona”, una mujer de sangre gitana que ha conquistado al mundo con su carácter y sensibilidad. Era digno de esperar que Lolita heredara la justa sangre de una descendencia tan hermosa.
Ahí no más Lolita Flores dijo que ella le taparía la nariz, para que no respire. Automáticamente sus compañeros de equipo y Nuria Roca empezaron a descostillarse de la risa. Tomando dimensión de la atención que había generado, atinó a decir que ella en realidad le clavaría un codazo bien firme para evitar escuchar esos ronquidos.
Ay Lolita, ¿Quién pudiera tener ese hermoso sentido del humor? No tendrá pareja, pero ya tiene el antídoto necesario para salir ilesa de una situación incómoda, más aún, de los ronquidos en la cama.
