UNA HUELLA IMBORRABLE

Los dos únicos hombres que fueron capaces de conquistar el corazón de Raffaella Carrá

La cantante vivió pocas experiencias amorosas inolvidables.
martes, 6 de julio de 2021 · 20:23

A pesar de ser un personaje popular dentro y fuera de su país, y una persona que le encantaba mostrarse a su público tal cual era, Raffaella Carrá siempre fue muy reservada al momento de hablar de su vida privada. Su vida amorosa se mantuvo en secreto durante años, sobre todo cuando se trató de amores pasajeros, pues solo se conoció los que fueron realmente duraderos.

Al contrario de lo que sucedía con su estrepitosa carrera, en sus asuntos personales la cantante prefirió manejarse con cautela, pensando mucho en cada paso que daba y cómo los daba. Si bien es cierto que disfrutó la vida, jamás quiso exponer su vida personal en público. Para ella era suficiente que sus canciones se convirtieran en grandes hits internacionales, no necesitaba hablar de su intimidad.

A pesar de que Raffaella Carrrá amaba la interpretación y estaba dispuesta a hacer lo que sea por ir tras sus sueños, sabía perfectamente que ante todo estaba su dignidad, por eso no le tembló el pulso a la hora de echarle un freno a Frank Sinatra, quien se le insinuó en los sets cinematográficos de "El coronel Von Ryan". Aunque era su primera experiencia en el cine de Hollywood y el cantante estaba primero en la lista de créditos, no tuvo problemas en decirle "No seré la chica del jefe". Sin dudas, la belleza de Raffaella cautivó al actor de inmediato y quiso probar su suerte de celebridad del mundo. Sin embargo, la italiana fue contundente con su respuesta cuando le preguntaron acerca de este supuesto episodio con Sinatra: “No dejo que me manejen”.

Pero lejos de aquella experiencia un tanto incómoda, la oriunda de Bolonia tuvo la oportunidad de vivir en carne propia el amor y  que ese amor fuera correspondido en dos oportunidades. El primer hombre que dejó una huella en su corazón fue Gianni Boncompagni, director, autor y conductor de radio. Él fue la persona que en parte se encargó de edificar la carrera exitosa de la artista y quien supo conquistar su corazón. Gianni fue tan generoso con ella que, incluso, en alguna entrevista llegó a confesar que jamás le había enseñado algo, sino que ella había nacido con talento. A pesar de que él tenía once años más que la cantante, la conexión entre ellos era única, fue una de las parejas que siempre le fue fiel, además de ser su mejor productor. Raffaella nunca dudó en revelar que se había enamorado de un hombre maravilloso.

Hay quienes aseguran que Boncompagni fue el reemplazo de la figura paterna que Raffaella Carrá no tenía, ya que con su padre siempre tuvo una mala relación. Ella encontró en Gianni un pilar en el cual apoyarse no solo en lo profesional, también en lo sentimental. Eran una pareja idílica que se entendía perfectamente y se complementaban como ninguna otra. Raffaella había logrado formar parte de un clan junto a las tres hijas que él tenía, sin embargo, siempre dejó en claro que jamás quiso reemplazar a la madre las chicas, aunque confesaba que eran muy compinches. 

La segunda vez que la cantante italiana se enamoró también fue en el trabajo. Su coreógrafo Sergio Japino no pudo ocultar que los sentimientos que tenía por ella iban mucho más allá de un vínculo laboral o amistoso. Fue en la época de los 80 que la pareja logró superar varias crisis,  tabúes, obstáculos y temores que se interpusieron en su camino encontrando la felicidad. Esta vez la artista era quien le llevaba once años a su pareja y, aunque eran criticados por ello, continuaron dando rienda suelta a su gran amor. Sergio fue el creador de sus espectáculos musicales más brillantes. 

A pesar de que con él tampoco logró convertirse en madre, uno de los motivos que la angustiaba y la traumatizaba, la pasión y la energía que le exigía su carrera fue logrando que la maternidad quedara en un segundo plano. Sin embargo, en cierto modo, dos sobrinos pudieron reemplazar ese deseo que tenía de ser madre. Con Sergio Raffaella vivió casi tres décadas y fue una de las relaciones más duraderas y más sanas que tuvo, cuando se separaron no perdieron el contacto, de hecho él fue la persona que se encargó de confirmar a la prensa que la italiana había abandonado este mundo.