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El día que Rocío Jurado sintió que todos sus esfuerzos valieron la pena

La cantante quería que todo el mundo supiera quién era realmente.
jueves, 8 de julio de 2021 · 05:15

Rocío Jurado, sin dudas, fue una de las artistas más grandes que tuvo España, por eso no resulta extraño que hasta el día de hoy tantas personas la sigan recordando. El legado que dejó fue impresionante no solo por lo que generó su arte en su momento, sino porque a lo largo de su vida, fue una persona admirable en muchos aspectos.

Es de público conocimiento que la cantante luchó con la fuerza de una leona en sus inicios para cumplir sus sueños de convertirse en una estrella que brillaría tanto en los escenarios de su país como en el exterior. Una meta a la que le costó llegar pero cuando lo logró sintió que todos sus esfuerzos habían valido la pena. 

A pesar de que Rocío Carrasco desde muy pequeña demostró que tenía una voz prodigiosa, su familia no quería saber nada con que la niña se fuera por el camino de lo artístico, quizás porque su padre no había tenido la suerte de triunfar como cantaor de flamenco. Pero eso no impidió que ella continuara luchando por su objetivo, de hecho, en su momento, se declaró en huelga de hambre durante una semana hasta convencer a sus progenitores de que estaba dispuesta a hacer lo que sea para lograr su cometido

Así fue como la familia de la chipionera dio su brazo a torcer. Con tan solo 12 años obtuvo su primer premio, 200 pesetas, un par de medias y una gaseosa. El dinero lo invirtió en unos zapatos de tacón que serían parte del vestuario que usó en sus primeras actuaciones en televisión.

Rocío Jurado estaba convencida de que quería dejar un huella imborrable en su paso por este mundo y sabía que lo conseguiría a través de su arte, por eso cantó a todos y de todo. Nunca tuvo miedo de hablar de temas considerados tabú en épocas de extrema censura y estaba orgullosa de ser la primera española en hacerlo.

Probablemente esa fue una de las razones por las que logró brillar como ninguna en el mundo de la música. Con los años, España comenzó a llamarla "La Más Grande" por todo lo que había conseguido, pero Rocío no fue consciente de sus méritos hasta que no vio la estatua de la fuente en la Avenida Rocío Jurado en Chipiona.

Un reconocimiento que se hizo esperar pero que, en su momento, la cantante aseguró que tenía un valor muy especial porque eso significaba que todos sus esfuerzos realmente habían valido la pena: "Lo veo una cosa muy bonita, muy entrañable, con mucha alegría, pero al mismo tiempo me produce mucho respeto el verme así, porque es una tremenda responsabilidad, no solamente ahora mismo, eso lo va a ver mucha gente después de que yo no esté y esa gente tiene que recordar que he sido una mujer honesta y que ha cumplido con su deber y que ha hecho lo posible porque la gente cuando ha ido a verla se lo ha pasado bonito".