El pasado que Joan Manuel Serrat le gustaría olvidar por completo

Si bien es cierto que cada vez que se nombra a Joan Manuel Serrat solo podemos pensar en música, en sus grandes composiciones, en aquellos versos poéticos que nos trasladan a otro universo, la realidad es que el cantante, al igual que otros artistas en sus inicios, tuvo que actuar en películas para poder promocionarse.

En la época de los 60 y 70, muchos intérpretes del género pop e incluso rock, como parte de su carrera grababan filmes de bajo presupuesto con temáticas románticas y guiones súper sencillos, para que rápidamente ingresaran al ranking de las películas más taquilleras de la industria.

Comúnmente, esas cintas llevaban el nombre de alguna de las canciones o de un disco del artista que se quería promocionar en su momento. Una experiencia que seguramente muchos de los admiradores de Joan Manuel Serrat no la recuerden porque fue breve, pero también la tuvo que transitar su ídolo.

El oriundo de Barcelona solo filmó tres películas románticas en su vida. Trabajos que posiblemente estaban incluidos en los contratos cuando recién comenzaba a darse a conocer en el ambiente de la música, algo que pudo evitar más adelante cuando su salto a la fama fue impresionante y sus productores se dieron cuenta de que no era necesario.

Lo cierto es que los filmes que grabó Joan Manuel Serrat no se diferenciaban mucho de los que realizaban otros artistas de moda; a excepción de "La ciudad quemada" que fue publicada en 1976 y retrataba a la Barcelona de fines del siglo XIX, la cual que rememoraba la época de rebelión popular que en España se conoce como "La Semana Trágica". Se trataba más de un film patriótico, que un trabajo para promocionarse. Incluso, Serrat tiene el papel de un joven loco que vive casi todo el tiempo en la calle.

Pero retomando su etapa kitsch, la primer película romántica que el cantautor grabó fue en 1968 y llevaba de título "Palabras de amor", una de sus canciones y se basó en la novela "Tren de Matinada". Allí, Joan encarna a un joven que hace hasta lo imposible para recuperar a un viejo amor. Al año siguiente, llegó "La larga agonía de los peces fuera del agua", que también encajaba con el tipo de filme que vendía mucho en esa época. La tercera fue "Mi profesora particular", una comedia dramática que tuvo una mala recepción por la crítica, ya que la catalogó "decepcionante".

Afortunadamente, cuando su carrera comenzó a escalar la cima de la gloria, Serrat pudo evitar seguir grabando ese tipo de películas. La realidad es que en aquellos tiempos los artistas no contaban con los mismos medios que tienen hoy en día los cantantes, como la televisión, las redes sociales o los videoclips. La única manera que tenían de promocionarse era participando en algún film.