Camilín Blanes, el hijo de Camilo Sesto que camina por el sendero del peligro

Desde que Camilo Sesto falleció hemos sido testigos de los innumerables desastres que ha causado Camilo Blanes, mejor conocido como Camilín para la prensa rosa. Desde ruidos molestos hasta denuncias vecinales. Lo cierto es que el joven no se encuentra bien desde la muerte de su padre.

Camilo Sesto falleció el 8 de septiembre de 2019, meses en donde el coronavirus ni existía para nosotros. El país y el mundo entero lloró esa pérdida casi tanto como algo personal. No solo se moría un cantante extraordinario, lleno de diversión y alegría. Fallecía un hombre devoto, honesto y transparente de quien vimos crecer y expandir su inmensa carrera.

Si nosotros que no conocíamos a Camilo Sesto en persona sufrimos con esta pérdida, imagináis como habrá sido para el joven Camilín. Su padre y persona más importante en su vida fallecía, dejándolo completamente solo y con una peligrosa herencia.

Camilín es el heredero universal de la inmensa fortuna de Camilo Sesto y si bien leerlo suena demasiado bien, no lo es tanto si tenemos en cuenta sus peligrosos gustos. El hijo del cantante ha transitado muchos periodos de adicción y recuperación. El repentino descenso de su padre ha significado para él la puerta de bienvenida a las sustancias ilegales. Está comprobado, Camilo Blanes no se encuentra bien.

Pero para sumar una última frutilla del postre, alguien más merodea sobre su fortuna y su herencia. Un supuesto segundo hijo de Camilo Sesto, llamado David, está empecinado en ir hasta las últimas consecuencias. David cree lo que le dijo su madre, que él es hijo de Sesto y por más que no tenga pruebas, ese testimonio es lo suficientemente creíble como para defender un título de herencia.

Sin embargo, un medio desmintió esta información. Según una fuente confiable, Camilo Sesto se practicó la vasectomía ni bien tuvo a Camilín. Su mayor deseo era ser padre, pero bastaba solo una criatura para satisfacer ese deseo. Por ende y bajo esta teoría, es imposible que exista un segundo hijo. Aunque bien sabemos que todo puede pasar.