La gran decepción que marcó para siempre la vida de Ana Belén

Ana Belén, sin dudas es una de las artistas multifacéticas más reconocidas, apreciadas y admiradas de toda España. No solo sabe deleitarnos en los escenarios con su prodigiosa voz, también nos hace vivir una montaña rusa de emociones cada vez que interpreta en las tablas algún personaje de una obra o nos conmueve con sus gestos en un filme o una serie de televisión. 

Lo cierto es que esta gran estrella española, reunió a lo largo de su trayectoria una infinidad de experiencias que la marcaron a fuego para el resto de su vida. Y aunque hoy en día su nombre es sinónimo de arte y éxito combinados para muchos, en el comienzo de su carrera su realidad fue muy diferente a la que vive actualmente.

Hace dos años, Ana Belén confesó en una rueda de prensa en Cartagena que el motivo que la impulsó a convertirse en una artista, fue pensar que una vez que lo lograra podía darle una mejor vida a su familia. "Sabíamos que si éramos artistas podíamos acceder no a una vida mejor para nosotros, sino darles a nuestras familia una vida mejor, la posibilidad de que mis padres tuvieran una casa mejor, de que mis hermanos pudiesen estudiar mejor de lo que había estudiado yo".

Sin embargo, la experiencia que tuvo la madrileña no fue lo que esperaba. Durante la entrevista con algunos medios, la cantante rememoró lo que vivió cuando grabó su primer filme "Zampo y yo" en 1965. La productora había trasladado a sus padres y hermanos del lugar donde vivían a Madrid, a un "barrio estupendo", ya que no les parecía adecuado el sitio donde anteriormente residían.

Todo parecía ir de maravillas para Ana Belén y los suyos, hasta que la película no tuvo el rendimiento esperado y la artista y toda su familia se quedó a la deriva, ya que la productora dejó de enviarles dinero. "Cuando la película no funciona, deja de entrar ese dinero que la productora pagaba, como la película había fracasado no iba a hacer más películas, entonces nos quedamos en aquella casa viviendo con esa incógnita de qué vamos a hacer con el sueldo de papá, que no da para el alquiler de esa casa", reveló.

Por suerte, con el tiempo, la actriz empezó a trabajar en teatro y el dinero que ganaba servía al menos para pagar el alquiler de la casa. En diálogo con los periodistas también rememoró la etapa gris y sombría que vivió en su infancia, en el que la mayoría de las personas buscaban cualquier motivo para celebrar algo. "En la calle, salía del colegio, mi madre me daba un bocadillo y a la calle, y entonces en la calle nos juntábamos chicos y chicas a jugar. Y con cualquier excusa se organizaban fiestas y la gente cantaba", aseguró.

A su vez, Ana Belén confesó que desde muy pequeña supo que quería dedicarse a la música, ya que amaba cantar. Fue entonces cuando comenzó a luchar por cumplir ese sueño y fue el comienzo de su extensa carrera en el mundo del arte, que incluye más de 30 obras de teatro, casi 40 películas y más de 35 discos.

Actualmente tiene varios proyectos por delante que la tienen muy entusiasmada, sobre todo después de haber pausado su actividad durante meses debido al confinamiento. En septiembre reabrirá la temporada de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con "Antonio y Cleopatra" y en los últimos días de noviembre regresará con "Eva contra Eva", ya que tuvo que posponerse en Madrid.