DIRECTO Y SINCERO

La impensada confesión de Camilo Sesto sobre el lugar que ocupaba su hijo Camilín en su vida

El cantante se dio cuenta que nada volvería ser igual.
sábado, 21 de agosto de 2021 · 12:33

Aunque Camilo Sesto fue uno de los artistas más grandes y reconocidos de España, la prensa poco pudo saber acerca de lo que ocurría en su vida cuando no se mostraba en público. Lo cierto es que siempre trató de ser lo más discreto posible, logrando que ni siquiera se supiera si tenía o no relaciones amorosas.

Sin embargo, hace 37 años, la máxima estrella del pop hispanoparlante sorprendía a todos con una gran noticia. Había aparecido un hijo suyo al que no había reconocido hasta entonces. Aquel año, Lourdes Ornelas arribó a España junto al pequeño Camilín, quien nació en México en noviembre de 1983.

Fuente: (¡Hola!).

A los pocos meses de su llegada al mundo, el hijo de Camilo Sesto fue presentado ante la sociedad de Madrid y fue en ese contexto que el cantante, conocido como el "soltero de oro", comenzó a revelar detalles de su romance con Ornelas. "Hace 14 era 'fan' mía. De 'fan' pasó a ser amiga. De amiga, a íntima amiga. De íntima amiga, a eterna amiga. Y ahora es una persona indispensable en mi vida", aseguró en su momento. 

El oriundo de Alcoy también dijo que Camilín había nacido fruto del amor y de sus ganas de ser padre. Aunque aquella vez se encargó de dejar en claro que no se casaría con su madre y era algo que ellos ya habían hablado. Si bien decidieron vivir durante un tiempo bajo el mismo techo, parece que la convivencia no funcionó y decidieron separarse. El cantante se quedó con la custodia de su hijo que vivió la infancia y adolescencia con él

Lo cierto es que cuando Camilo Sesto se enteró de que tenía un heredero, su vida cambió para siempre y su visión acerca del mundo cambió por completo. "Fue como si, por primera vez en mi vida, sintiera los pies clavados al suelo, el cuerpo entero hundido en una realidad física, concreta y satisfactoria (...) El hecho de que exista me obliga a mí a mirarme con más intensidad, con más detenimiento, con más calma. Y sin ninguna forma de piedad o de narcisismo, desde luego".

Me obliga tal vez a desmentir la superficie que forzosamente mostramos los que estamos siempre en el escenario, como un objeto de consumo público