SE ROMPIÓ LA AMISTAD
El misterioso hombre que provocó la rivalidad entre Lolita, Charo Vega y Carmina Ordóñez
Las artistas nunca pudieron hacer las paces.
Tal como sucede en las novelas y series de época, las historias de amor no pueden faltar en la vida real, sobre todo en el mundo artístico, las actrices y actores no pueden evitar vivir flechazos o la llegada de cupido de vez en cuando. Lolita Flores, Charo Vega y Carmina Ordóñez lo vivieron en carne propia.
En el caso de ellas se dio entre la década del 70 y los 80 cuando el mundo comenzaba a cambiar un poco y las mujeres a liberarse. La hija de La Faraona y sus amigas de ese momento, Charo Vega y Carmina Ordóñez se enfrentaban a los vividores llamados Antonio Arribas, Yeyo Llagostera y Luis Ortiz.
El escenario en donde se producían los encuentros era Marbella, en la Costa del Sol. Uno de los primeros sucesos fueron cuando Carmina Ordóñez decidió casarse con Francisco Rivera Paquirri, desesperada en dejar de depender de la tutela de su padre. En 1979, con dos hijos encima, decidió también abandonar a su marido y pidió la separación.
Muchos coinciden en que el gran amor de la vida del torero fue Carmina Ordóñez y jamás la olvidó, pero tiempo después la traición reinaría en su vida cuando su exmarido se liara con su mejor amiga, que para entonces estaba triunfando y se consideraba una imagen de seducción, Lolita Flores.
Desde entonces que comenzaron los fuertes rollos entre aquel trinomio de amigas que conformaban Carmina Ordóñez, Charo Vega y Lolita Flores. De todas formas, se dice que mucho antes, Carmina Ordóñez había estado enamorada de el hombre que mantenía una relación con la Lolita, Antonio Arribas, aunque ambos habían expresado que era un vínculo abierto y es por esto que la joven se tiró a él mucho tiempo antes de terminar incluso con Paquiri.
Por otro lado, también Charo Vega entró en el conflicto a pesar de la amistad que igual mantuvieron. Cansada de algunas cuestiones, Lolita solo salía con Charo, con Carmina Ordóñez un poco de lado, la nieta de Pastora Imperio había conquistado al cantautor del momento, Joan Manuel Serrat. Lo malo para Lola fue que al pasar tanto tiempo terminó quedando prendada del enamorado de su amiga.
Sin embargo, Joan Manuel Serrat se sentó a hablar con Lolita Flores y le explicó que no podría tener nada serio con ella puesto que le faltaban muchas cosas por madurar todavía, igualmente mantuvieron un enorme vínculo de amistad que dio sus frutos durante años, hasta fue el catalán quien la ayudó a aceptar grandes proyectos en el futuro.
