Esta pareja existió: el impensado romance que José Ortega Cano y Paloma Cuevas tuvieron en secreto

Historias de amores y odios convergen entre las celebridades de nuestro país. Algunas marcaron época, otras prefieren ser olvidadas, hay algunas que pocos recuerdan su existencia y otras que ven la luz después de años de haber existido. En Show España brindaremos un espacio a esos romances que despiertan inquietudes y asombros a propios y extraños. En esta ocasión hablaremos del amorío entre Paloma Cuevas y José Ortega Cano.

Como gran parte de los toreros, Ortega Cano ha logrado conquistar corazones en el ruedo y también entre algunas celebridades. Este Don Juan fue el compañero de los últimos años de Rocío Jurado, con quien vivieron un romance que se inició de forma apasionada y juntos se convirtieron en padres por adopción de Gloria Camila y José Fernando. Tiempo después del duelo llevado por la partida de La más grande, en 2012 volvió a darle chance al amor junto a Ana María Aldón, con quien se casó y tuvieron a José María en 2013.

Yo siempre tuve buena suerte con las mujeres.

A lo largo de su carrera en la tauromaquia, el diestro se cruzó con varias amistades y una de ellas fue Victoriano Valencia. La estrella taurina le abrió las puertas de su hogar y su familia, y alguien además corrió las cortinas de su corazón. Una joven Paloma Cuevas quedó encandilada por José Ortega Cano y lo que se presumía como una eterna amistad, tuvo algo más que permaneció en silencio hasta hace muy poco tiempo.

En su última aparición mediática en "Viva el verano", una revelación quedó expuesta en el plató. Su cariño por una de las estrellas de la alta sociedad española se transformó en romance y por lo que contó el periodista Juan Luis Galiacho, el compromiso fue tan en serio que pensaron en casarse.

Pero así como José Ortega Cano tuvo mucha suerte con las mujeres, los finales pueden ser diferentes a lo esperado. Esta impensada historia de amor terminó con un corazón roto y ese fue el del torero, ya que Paloma Cuevas dejó atrás toda su vida para encontrar cobijo en Enrique Ponce. Dos décadas después, el destino tiene a la empresaria y a Ortega Cano manteniendo una bonita amistad.