LA UNIÓN HACE LA FUERZA

Las 7 personas en las que Karlos Arguiñano confiaría para que cuidaran de su tesoro más preciado

El cocinero sabe muy bien a quién fiar su negocio.
domingo, 29 de agosto de 2021 · 15:10

Se trata de uno de los cocineros más queridos y seguidos de España, Karlos Arguiñano que logró levantar un enorme imperio culinario y hacerse cargo de una descendencia que hoy llega a la suma de siete hijos y doce nietos unidos por el negocio que están forjando.

Actualmente, Karlos Arguiñano tiene 72 años pero desde 1978 que comenzó a tomar conciencia de que había una enorme oportunidad en su camino y comenzó con un hotel restaurante en su pueblo natal, en la villa marinera de Zarautz, en Guipúzcoa, conocido por sus paradisíacas playas.

El lugar que eligió el cocinero vasco para montar su emprendimiento fue un castillo de piedra rústica que aún hoy conserva su estilo original. La empresa pronto dio sus frutos y con el tiempo se fueron incorporando al negocio varios de los siete hijos que ha tenido el chef, de manera natural todos están un poco involucrados con el padre.

La compañera ideal en todo el camino de la vida de Karlos Arguiñano es María Luisa Ameztoy Alfaro con quien se casó en 1974, fruto de su matrimonio nacieron: Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba y Amaia, tiempo después se les unió María, que fue adoptada por la pareja.

Eneko es el primogénito y la parte esencial del negocio porque dirige la sala del restaurante, Zigor, que es quien le sigue en edad, está a cargo de la cocina y figura como jefe de esa área; ambos son unos apasionados de la gastronomía tal como Karlos Arguiñano, uno mantiene contentos a los comensales y otro se encarga de que todo se sirva en condiciones. Después está Martín, el encargado de toda la parte administrativa que corresponde al hotel.

Los demás hijos también tienen algún puesto en el negocio familiar, todos se destacan por su discreción absoluta y jamás pierden la unidad ni la costumbre de reunirse cada uno acompañado de sus respectivas familias alrededor de Karlos Arguiñano y su madre para disfrutar de agradables almuerzos.