Virtud o debilidad

Rocío Jurado cargó hasta el último día de su vida una pesada cruz que impidió su felicidad

"La Insuperable" mantuvo una maravillosa actuación de su vida.
jueves, 2 de septiembre de 2021 · 19:41

Desde que Rocío Carrasco reapareció públicamente, se está gestando una cadena interminable de consecuencias, pues al parecer, nadie quiere que la presentadora muestre los escritos de Rocío Jurado. Por un lado, Amador Mohedano se encuentra en un estado de crisis y nerviosismo constante, y por el otro, Gloria Camila y José Fernando con el apoyo de Ortega Cano pretenden solicitar una revisión del testamento de su madre, para evitar que la figura del extorero se vea damnificada.

Rocío Carrasco siempre fue el amor más grande de su madre, Rocío Jurado.

Sin embargo, nadie se detuvo a pensar qué era lo que realmente sentía la gran Rocío Jurado en sus épocas de mayor esplendor. El éxito, la constante sobreexposición en los medios de comunicación, su propia familia e incluso el accionar de su primogénita en su juventud, habrían desencadenado una fuerte depresión en "La Chipionera", que sin poder contar sus penas se desahogó en sus propios escritos.

De igual manera, se conoció hace tan solo algunos días los pormenores de una entrevista que la cantante y Julio Iglesias concedieron a revista Lecturas en el año 1986. La cita tuvo lugar en la mansión de Miami del exmarido de Isabel Preysler, quien se encontraba aún en plan construcción, no obstante, nada ni nadie impidió que los talentosos artistas se expresaran.

No soy feliz. Tengo momentos felices, muy bonitos, pero no soy feliz.

Destacaba "La Insuperable" a su colega de profesión, quien quedó visiblemente asombrado por lo que estaba escuchando, pues resulta un tanto difícil pensar que con toda la fama y éxito que poseía Rocío Jurado, no se sintiera una mujer plena. De acuerdo a los archivos recabados la tonadillera, no se encontraba pasando por una buena situación con Pedro Carrasco, de hecho, tres años después dieron el cierre definitivo a su relación.

Pero esto no fue todo lo que revelaría Rocío Jurado, secretos aún peores conmocionaron al ambiente artístico de la década del 80 y se reproducen actualmente: "Tengo escritos que nunca enseño, por sentido del ridículo. Tengo poemas escritos, muy bonitos, pero nunca los enseño. Siempre han sido escritos en momentos de depresión, cuando me he querido morir".

El impacto que generaron estas palabras en Julio Iglesias, llevó a querer cerciorarse de lo que estaba escuchando: "Pero tú, ¿te has querido morir?", preguntó sin más el compositor. La cantante sin que le temblara la voz respondió un tanto avergonzada por sus deseos ocultos: "Sí, hasta ahí llega mi depresión. Cuando me veo hundida, me quiero morir, no quiero saber nada de nada".

Los escritos los ha leído gente muy mía, si alguna vez me pasa algo, ahí está todo.